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El nuevo impuesto que quiere imponer Nación puede paralizar la millonaria inversión de Josemaría

El año pasado Alberto Fernández presentaba ante empresarios mineros el Nuevo Régimen de Fomento de Inversiones para las Exportaciones.

Por Miguel Martín y Danisa Páez.

Nadie sabe bien de qué se trata la “renta inesperada”, de cuánto será, cómo lo quieren implementar, a quiénes involucrará, si será para empresas con nombre y apellido, si saldrá por ley o lo implementará el Ejecutivo por un decreto de necesidad y urgencia y otros muchos etcéteras.

Sin embargo, a todos les queda claro que “ahuyenta” más que “suma”, no contribuye a generar un clima de inversión y que lo que provoca en lo inmediato es que ningún inversor serio va a poner un dólar en un país que se debate siempre en poner nuevos impuestos. Por eso la preocupación de la Unión Industrial Argentina (UIA) que ayer rechazó de plano este nuevo impuesto y se reconoció que “peligra la inversión de Josemaría en San Juan”, tal como lo relató Diario Clarín al citar las advertencia que realizó el sanjuanino Hugo Goransky.

El industrial sanjuanino es consciente de las repercusiones de medidas de esa naturaleza en inversiones multimillonarias en la que los inversores piden una cuota de racionalidad, sólo una cuota para poder planificar y trabajar como en cualquier país serio del mundo. Lo que le llaman “reglas claras”.

En el gobierno sanjuanino estaban al tanto de que Lundin estaba trabajando fuertemente en el ajuste económico del nuevo proyecto minero que salió para Josemaría con todos los cambios que le introdujo la Comisión Interdisciplinaria Evaluadora Ambiental Minera (CIEAM) a través de los 123 condicionantes que le impuso.

Está en juego una inversión de 4100 millones de dólares que le prometió Lundin al gobierno de San Juan para la construcción de la mina en la cordillera sanjuanina.

Aunque por ahora la inversión más cercana son 50 millones de dólares que incluye la construcción del Parque Logístico en Albardón, donde se instalará un patio de preensamblado ya que el camino de acceso a la mina Josemaría no cuenta con su correspondiente Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que por sus características no pasa por el Ministerio de Minería, sino que es un informe que debe analizar la Secretaría de Medio Ambiente.

El equipo económico de San Juan sigue de cerca el impacto de estos nuevos impuestos en proyectos que ya están en ejecución como Veladero, Gualcamayo o las caleras de Calidra y Caleras San Juan que entran como “presas” en la cacería que el ministro de Economía Martín Guzmán llamó a “capturar” en estos meses para contribuir a pagar la deuda, cuando anunció lo que piensa el Poder Ejecutivo.

Saben que el efecto inmediato es la parálisis no solo de las mega inversiones, sino también de las pequeñas y medianas, porque todo eso está calzado con un modelo financiero y económico que el gobierno nacional no se cansa de destrozar cada vez que no le cierran las cuentas públicas para financiar el gasto público y la emisión monetaria récord que ha llevado a los actuales niveles cuasi hiperinflacionarios.

Por eso no sorprendió que a los proveedores mineros se les comience a retacear información de algunas obras que estaban en el presupuesto de esas empresas p hasta que no haya precisión del que se apunta a convertir en el impuesto número 166 del sistema tributario argentino.

Los que de alguna forma celebraban haber terminado el trabajo de esta temporada eran las empresas exploradoras por una sencilla razón, el fin de abril y el comienzo de mayo marca el inicio del invierno en la cordillera y con ello el fin de las campañas de exploración si es que no cuentan con caminos o vías de acceso especiales que les garanticen trabajar todo el año.

Por ahora a ellos la cacería de fondos y nuevos impuestos no los alcanza. Sólo por ahora.

Minería & Desarrollo.