Según Luis Sánchez, presidente de Minera Candelaria de Lundin, el fenómeno responde a la composición del suelo, episodios climáticos, las lluvias de julio y “por supuesto la actividad minera que se encuentra debajo de ese socavón”.
El gobierno de Chile armó una mesa intersectorial para investigar los daños ambientales producidos por el socavón y adelantó que todos los organismos intervinientes presentarán acciones judiciales contra la empresa canadiense.
La ministra de Minería, Marcela Hernando, aseguró que la investigación que lleva a cabo el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) ratifica la información inicial de que existe una sobreexplotación por parte de la minera Ojos del Salado, en el caserón que se encuentra ubicado bajo la zona del hundimiento. Además, aseguró que lo más preocupante es lo sucedido con el acuífero.
Ante ello, un alto ejecutivo de Lundin en Chile, indicó a Reuters que desde la empresa disienten de las conclusiones adelantadas del gobierno. «No compartimos esa premura considerando la complejidad técnica que tiene un fenómeno de esta naturaleza. Este fenómeno claramente obedece a múltiples factores a nuestro juicio y para poder dilucidar el origen es necesario analizar todos esos factores”, señaló Luis Sánchez, presidente de Minera Candelaria.
De acuerdo con el ejecutivo, el socavón de 36,5 metros de diámetro no se explicaría solo por la actividad minera.
Además, según Sánchez, la empresa ha generado aproximadamente 60.000 datos que dan cuenta de otros elementos, entre ellos, la composición del suelo, episodios climáticos, las lluvias de julio y “por supuesto la actividad minera que se encuentra debajo de ese socavón”.
De acuerdo con la información levantada por la firma, el subsuelo del área cuenta con una composición arcillo-calcárea que, en contacto con napas subterráneas, puede provocar una degeneración progresiva que haga migrar estos sólidos, y así, generar primero huecos y luego hundimientos.
Minería & Desarrollo con información de Reuters y Reporte Minero.