Teck Resources concluyó su salida del carbón con la venta de su participación en Elk Valley Resources (EVR) a Glencore. La compañía canadiense adquirió a principios de este año gran parte del proyecto de cobre La Coipita en el departamento Calingasta de San Juan, tras un acuerdo con AbraSilver por gastos de exploración con una inversión de US$20,000,000 durante un período de cinco años.
La transacción con Glencore ha reforzado la posición financiera de Teck en 7.300 millones de dólares, fondos que se invertirán estratégicamente para expandir su posición en metales que son esenciales para el desarrollo global y la transición energética.
El director ejecutivo, Jonathan Price, dijo la semana pasada que la financiación respaldaría las ambiciones de Teck de aumentar la producción de cobre en un 30% ya en 2028. La trayectoria de crecimiento está respaldada por desarrollos como la puesta en marcha de la mina QB, en Chile, que se espera que duplique la producción de cobre a alrededor de 600.000 t/a.a
Paralelamente, Teck está avanzando en varios de sus proyectos cupríferos de corto plazo, entre ellos la prolongación de la vida útil de la mina de cobre Highland Valley en Canadá, el desarrollo del proyecto Zafranal en Perú, el avance del proyecto San Nicolás en México y la descongestión de las operaciones en QB. Se espera que las primeras decisiones de aprobación se tomen en 2025. El desembolso estimado de costos de capital para estos proyectos oscila entre 3.300 y 3.600 millones de dólares.
Además de la reinversión, Teck pretende devolver 2.600 millones de dólares a los accionistas por la venta de EVR y reducir la deuda en hasta 2.000 millones de dólares.
M&D con información de Mining Weekly.