Germán Wilson es el vicepresidente de operaciones y country manager de FinningCAT en Argentina. En una entrevista con Minería & Desarrollo, habló de cómo ve desde su compañía la realidad de la minería en la Argentina, de los desafíos, de los problemas para importar repuestos y de las capacitaciones que su compañía comenzará a dictar en San Juan.
– ¿Cuáles son los desafíos que tiene la minería en la Argentina?
– Hay tres elementos que son bien significativos a la hora de responder esa pregunta. Cuando uno ve la realidad de la minería argentina se da cuenta que ha estado bien estabilizada en los últimos años, sin una curva de crecimiento por mucho tiempo y ahora, cuando empiezan las condiciones para enfrentar una nueva etapa con precios de los commodities más altos, con una posición relativa de San Juan más importante desde el punto de vista de la inversión, todo hace que sea muy interesante. Pero hay 2 cuellos de botellas desde la mirada de Finning que son claves: primero tiene que ver con mano de obra calificada cerca de los sitios donde se ejecuta la minería. Allí hay un déficit no menor y se va a ir acrecentando con el tiempo en la medida que esto vaya creciendo y segundo, es un cuello de botella relacionado con las capacidades de reparación y reconstrucción, más cercanos a los sitios en los que se opera.
– Eso explica las decisiones que están tomando?
– La decisión que nosotros estamos tomando, de reabrir el centro de reparaciones y de reconstrucción, a la vez que abrir un centro de entrenamiento, obedece justamente a esos dos cuellos de botella que vemos la industria tiene arriba de la mesa. En la medida que podamos ir enfrentando eso, vamos a ir acompañando el potencial de crecimiento de la minería. Después está el contexto macro o de política económica que habilita a grandes productores tomen la decisión de inversión. Eso es parte de lo que tiene que ir resolviéndose. Pero ya el caso de Josemaría, con Lundin, demuestra que es un potencial que existe y que se puede ir avanzando en ese sentido.
-Finning hace mención en sus comunicaciones que se viene la minería 4.0, donde priman operaciones con equipos eléctricos y tecnología autónoma.
– Ese es un tema bien importante. Cuando vemos la tendencia a nivel global en la gran minería, ves mayor presencia de camiones eléctricos, presencia de autonomía, tecnología, que en la Argentina no está desplegado en su máximo esplendor. Y en ese sentido, para proyectar la actividad, es indispensable comenzar a trabajar en esas capacitaciones. Que nosotros estemos ad-portas de abrir el centro de entrenamiento obedece -no solamente a satisfacer nuestras necesidades actuales-, evidentemente tenemos una visión proyectiva de futuro en función de saber cuáles son las nuevas capacidades que debe tener la industria minera argentina, pensando en estos nuevos proyectos y desafíos desde el punto de vista del mantenimiento y operación, por ejemplo.
– Cuando hablan de la formación, declaran la importancia de capacitar con perspectiva de género.
– Estamos convencidos que la diversidad de talentos a todos los niveles enriquece nuestra propuesta de valor de cara al cliente. La industria tiene un espacio de mejora y de potencial de crecimiento significativo incorporando a las mujeres. Por ejemplo, lo que es entrenamiento y capacitación estamos trabajando desde etapas muy tempranas, con varios programas avanzando para poder incorporar desde etapas escolares chicas para que primero tengan interés por carreras técnicas o tecnológicas y posteriormente, comenzar a mostrarles un camino de desarrollo en ese sentido. Esto lo hacemos en todos los países en los cuales operamos. Es parte de una estrategia de mediano y largo plazo, y en Argentina queremos tangibilizar nuestro compromiso. El centro de entrenamiento en San Juan tendrá un foco permanente en incorporar más mujeres a la actividad minera.
– ¿Cómo van a compatibilizar los desafíos que se han propuesto con los intereses que tienen los intendentes que quieren que sea su gente la prioritaria para recibir esa capacitación.
– Tenemos un programa que se llama Técnicos para Latinoamérica que estamos desplegando con varios gobiernos provinciales. Esta iniciativa online, es un programa inicial de ingreso a la industria, que potencia las habilidades de ingreso a las industrias productivas para llegar a ser aprendiz, ya sea en el taller, en el pañol, en la bodega, etc. Este curso nos permite tener una cobertura que trasciende la ubicación física de la persona.
– ¿Cómo les está yendo con las capacitaciones?
– El pasado 14 de junio abrimos la inscripción para estas capacitaciones, siendo la provincia de San Juan una de las locaciones que estamos tratando de potenciar. En 48 horas tuvimos más de 800 inscriptos a nivel nacional y hoy habiendo pasado unos 10 días, tenemos más de dos mil inscriptos; pero hay que tomar esto con pinzas.
-¿Por qué?
– La gente se entusiasma mucho, el curso online te abre una puerta de entrenamiento de una manera sencilla, pero el desafío fundamental es que la gente tenga el compromiso para ejecutar esto en tiempo y forma. Nosotros hemos aprendido que, al comienzo, hay una etapa de inscripción interesante, pero luego hay una etapa de deserción que no es menor.
– ¿Qué se hace entonces?
– Debemos ir acompañando a la gente para lograr que persistan y finalicen esta etapa inicial y decidan continuar su vida laboral como técnicos y técnicas, no es para personas que ya tienen una formación desarrollada. La gente entiende que hay una proyección a futuro a través de la minería, que tiene un potencial de empleo de buena calidad y que nosotros como parte de la industria tomamos el desafío de preparar a esa gente
.- ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan en la Argentina en donde cada vez hay más dificultades para importar y para el desarrollo de su actividad y de toda la actividad minera?
Es un gran punto y un desafío permanente. Estamos insertos dentro de la cadena de valor de las principales industrias del país, no solamente en minería.
-¿En qué otras industrias están presentes y qué hacen?
– Piensa solamente en lo que es Vaca Muerta -Oil and Gas- donde tenemos una presencia muy significativa. De los equipos productivos hoy en la minería, el 70% son Caterpillar, de los equipos de perforación y producción en petróleo casi el 90% son motores Caterpillar. En el caso de construcción son más de 15 mil equipos los que mantenemos en todo el país. Nuestro desafío es demostrar que esa importación es la que habilita a todas estas industrias para poder pasar a la siguiente etapa. En el caso de la minería y el petróleo, son drivers de exportación que le permiten al país traer dólares, es algo extremadamente relevante; es un trabajo que se hace día a día y se trabaja con las autoridades a nivel nacional. Les mostramos, por ejemplo, lo que significa un camión parado por no tener repuestos y cómo su actividad impacta en la capacidad de que el país cuente con los dólares que necesita.
– ¿Eso alcanza?
– Hay otro punto relevante. En todos los ejercicios de reconstrucción y de remanufactura de componentes o de equipos, estamos haciendo una sustitución de importaciones ya que, al reconstruirlos localmente, generamos puestos de trabajo e impactos en proveedores locales. El año pasado invertimos 2 millones de USD en proveedores locales, solamente para el mantenimiento de camiones mineros. Y por cada dólar que se importa para esa reparación se alcanzan 3 dólares para un producto nuevo que genera riqueza que se puede exportar, y que no se hubiera alcanzado si no se pudiera importar.
-¿Son optimistas en este sentido?.
– Es un trabajo de todos los días. Venimos trabajando en una mesa con la Secretaría de Minería de la Nación, con el secretario Ariel Shale del Ministerio de la Producción, para coordinar y acompañar el potencial de crecimiento de la industria; esto no está exento de complicaciones y desafíos.
– ¿Cuándo comenzarán las capacitaciones?
– La mayoría comenzará en el mes de julio. Son ventanas de 3 meses, en donde nosotros invitamos a la gente a sumarse a esta forma de capacitación y al final de todo el ejercicio hay una evaluación y una certificación de lo alcanzado en la introducción al mundo técnico.
– ¿Cómo es el proceso de selección?
– Hoy tenemos la capacidad para soportar una capacitación online con dos mil personas sin problemas, por lo que no tenemos limitación en este sentido. Por lo tanto, todos los sanjuaninos que quieran sumarse a estas capacitaciones lo podrán hacer ( https://www.t4la.caterpillaruniversity.com/?lang=es -). Quiero aclarar que esta capacitación no es que se realizará ahora y no se repetirá nunca más, la idea es que luego vayamos realizando otro tipo de capacitaciones más especializadas.
– ¿Cuál es la visión geopolítica que tienen desde Caterpillar o Finning respecto a la presencia que China tiene en la Argentina con equipos o repuestos que muchas veces son más baratos que los que ustedes proveen?
– Cuando estas dentro de una cadena de valor de alta complejidad como es la minera, el costo de entrada del equipo es solo un factor de muchos otros al momento de evaluar la rentabilidad de un equipo y su proyección en el tiempo. Hay que tener en cuenta que hay trabajos que demandan cierto estándar, la calidad del equipo, el soporte que tiene esa máquina, la disponibilidad de repuestos que tiene esa marca y la infraestructura para hacerse cargo de las distintas necesidades: son todas partes de una misma receta para ser exitosos.
– ¿Todo eso alcanza?
– Si bien es cierto que el mercado es competitivo, lo es en todo el mundo, la minería es una actividad a mediano y largo plazo. Nosotros estamos muy enfocados en seguir subiendo la vara de calidad y de los estándares de seguridad que son indispensables en la actividad minera. Estamos convencidos que la propuesta de valor que tenemos como FinningCat es la propuesta necesaria para poder proyectar toda la operación local de alta productividad a estándares globales.
– ¿Cuál fue la inversión para reabrir el centro de reparación de componentes en San Juan lo mismo que del centro de formación para operadores y técnicos en Argentina?
– En total es una inversión de más de 6 millones de dólares que llevamos invertidos en San Juan, que se vienen haciendo en el tiempo.