Hay una docena de proveedores sanjuaninos que están en Salta. En una de las ferias mineras más importantes del Norte del país. Se conocen todos. Apuestan desde hace más de 15 años a la actividad minera con su espíritu emprendedor, empuje y sacrificio.
Se los identifica fácilmente, siempre apostaron a trabajar y ahora que están en Salta, no dejan de hablar de lo que se viene y de lo que antes estaba bien, pero ahora puede que esté todo mal.
Típico de la Argentina y sus constantes cambio de reglas promovidas por muchos de sus dirigentes y autoridades que siempre dicen que te quieren ayudar.
“El proveedor local”
Así es que muchos de ellos que impulsaron a diestra y siniestra el concepto de proveedor local, ahora reclaman una interpretación más sana y libertaria (termino que se puso de moda) y que contemple “las necesidades y costos de los operadores mineros…”.
Es que muchos saben que si se impone el criterio más estricto y descabellado de proveedor local que “exportó” en alguna década San Juan, no podrán trabajar en igualdad de condiciones en algunas provincias o regiones. Lo viven en Salta y antes en Santa Cruz o Catamarca.
Es que la fórmula que impulsaron acarrea el aceptar ser “foráneo” en otras regiones y no estar radicado en donde está la operación a la que buscan prestar bienes o servicios.
Todos saben que, bajo cualquiera de esos conceptos, se pierde siempre con precio, desarrollo tecnológico o calidad.
Es tan perversa la definición de “proveedor local” que ahora se la piensan “saltear” con asociaciones o UTEs (Uniones Transitorias de Empresas) para brindar bienes o servicios en cualquier región con muchos “locales” que cobran por prestar nombre y, sobre todo, domicilio.
Todos lo saben y ya pocos lo callan en Jáchal, Iglesia o Calingasta, que hay un aluvión de consultas de empresas “foráneas” que buscan socios o radicarse por una oportunidad para sobrevivir, crecer o no desparecer en medio de tamaño parate económico que imponen las autoridades nacionales.
Cobre y RIGI
El tema es de conversación obligatoria en todas las mesas de la actividad y feria minera en Argentina, Chile o Perú. En especial de este y al otro lado de la Cordillera. Sobre todo, porque se abre una oportunidad única con el desarrollo de algunos de los proyectos de Cobre en San Juan.
Todos buscan “amigos” en la Cámara Minera o en algunas de las otras 14 cámaras de proveedores mineros (hijas del compre local) para alcanzar un contrato en la provincia de Sarmiento, en donde de antemano se sabe que es imposible que todas esas empresas estén en la línea de largada de los primeros contratos que salgan de Josemaría, Filo del Sol, Los Azules o Pachón.
Todos sabemos, pero nadie se atreve a decir que el compre local fue una medida que rinde poco y nada en época de vacas flacas, pero es un fracaso absoluto cuando crece la actividad.
El RIGI es el que tiró por la borda estas excentricidades y con su simpleza puso a todos en su lugar con una definición clara: es proveedor local el que tenga domicilio fiscal en la Argentina.
Esa sencillez enterró privilegios al establecer que todas las empresas pueden trabajar en forma libre en cualquier punto del país. A todas se las va a calificar por precio, calidad y servicios. Pero por sobre todo por los planes que armen de sustentabilidad y compromiso con las comunidades cercanas. Ese es el plus diferencial que muchos aún no ven.
Los municipios
Pero esa definición no es absoluta, corresponderá a los gobiernos provinciales y sobre todo municipales imponer algún tipo de privilegio por territorialidad, más allá de lo que indiquen las DIA (Declaraciones de Impacto Ambiental), lo mismo que apuntalarlas con desarrollo tecnológico; como sucede en Chile, Perú o Australia.
Pero mientras esa esperanza no sea realidad, ¿es legítimo que esa docena de empresas quieran buscar nuevos clientes, mercados u operadores en otras provincias -en lo que saben y en lo que desempeñan hoy una actividad comercial legitima-?
Eso es lo que están buscando este puñado de pymes sanjuaninas en Salta, con la experiencia de haberlo hecho en Catamarca, Neuquén o Jujuy. Habrá que aceptar que ese mismo criterio es el que impulsa la radicación de cordobeses, santafecinos y porteños en San Juan y en todo el país.
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