Ponen en marcha campaña para cuestionar al proyecto Josemaría

Por Miguel Martín

Grupos antimineros aprovecharon sus contactos en WhastApp para en forma anónima y sin sustento técnico comenzar a cuestionar y sacar conclusiones sobre aspectos ambientales del proyecto Josemaría, desconociendo que ese trabajo hoy está bajo estudio de la comisión evaluadora ambiental del Ministerio de Minería.

Se trata de un documento que bien puede alcanzar el adjetivo de “berreta” ya que intenta mostrarse con análisis serios pero que en su seno evidencia afirmaciones contradictorias, pobreza intelectual y no incluye firma o autoría que se haga cargo por tamaño “yerro” intelectual.

La presentación -tal el formato que nos llegó a nuestra redacción- encuentra solo cabida en el terreno de las redes sociales, donde circulan como verdad las noticias falsas, donde no hay consecuencias legales de lo que se diga y donde es más fácil movilizar sentimientos que razonamientos.

Nuestra posición

Minería y Desarrollo es un portal sobre la actividad minera de San Juan. Creemos que esta industria con todos los cuidados ambientales es palanca de crecimiento para nuestras comunidades.

Con esa visión aportamos nuestro análisis sin fanatismos destructores, apoyándonos en estudios científicos, en nuestra experiencia y en el conocimiento de algunos de estos temas.

Bajo esta mirada es que analizaremos esta cadena en redes sociales que apunta, tal como lo indica en su mensaje de WhastApp a “inundar las redes para que llegue a las cadenas nacionales”.

La de difundir noticias sin sustento científico y arribar a conclusiones herradas o tendenciosas es una metodología que la antiminería siempre pone en marcha para desacreditar los proyectos cuando están en etapa inicial, de obtención de permisos, para de esa manera comenzar a “mancharlos” con o sin verdad y de esa manera cuestionarlos mientras dure su construcción u operación.

Nuestra intención es no frenar esa cadena de WhastApp, sino que sea acompañada por nuestro trabajo de manera de poner al descubierto lo que entendemos es lo más pobre que algunos sectores antimineros pueden destacar y que solo se pueden dar al amparo de la oscuridad.

El “paper” antiminero destaca que hubo “muy poco tiempo” para leer el informe de impacto ambiental de Josemaría y resalta que el plazo fue de solo 15 días. Es falso sostener esto ya que hubo prorrogas atendiendo a la etapa de pandemia que hizo que ese documento estuviera más de un mes para conocimiento y evaluación de la comunidad.

Bajo esta mirada es que analizaremos esta cadena en redes sociales que apunta, tal como lo indica en su mensaje de WhastApp a “inundar las redes para que llegue a las cadenas nacionales”.

La queja desconoce y busca cuestionar -sin decirlo- el trabajo de 14 organismos públicos y privados que son los que tienen desde hace meses el análisis de todo el informe, por lo que la queja de los tiempos del análisis de la comunidad podría ser válido siempre y cuando se aclare que hay especialistas representantes de organismos públicos y privados estudiando cada aspecto y variante ambiental. Y que esas conclusiones aún no se conocen.

Es falso indicar que las personas de Iglesia y Jáchal no han podido retirar el Informe de Impacto Ambiental (IIA) para su análisis ni que los tiempos de pandemia han dificultado su acceso.

Todo lo contrario. Hay un total desconocimiento de las medidas adoptadas en ese sentido que buscaron garantizar la accesibilidad de toda la comunidad y que llevaron por ejemplo a que sus autoridades -de diversos signos políticos- reclamasen ser considerados como zona de influencia directa en dicho documento.

Es falso indicar que “La población desconoce las magnitudes del proyecto y las implicancias socio ambientales del mismo” ya que mira para otro lado y desecha las decenas de informes y entrevistas que los medios de comunicación han hecho sobre el IIA de Josemaría y sus implicancias.

Ese punto permite suponer tal vez acerca de una de las puntas del por qué no firman tamaño documento ya el primer descredito de los autores sería frente a los mismos medios de comunicación iglesianos, jachalleros o de San Juan que se involucraron como Minería & Desarrollo en la difusión de estos temas sin tener ningún apoyo publicitario de Lundin o Josemaría, por si vale la aclaración.

El “flojo” informe pone un par de láminas y su comparación con la superficie de los cascos urbanos de Jáchal o San Juan para dimensionar el impacto espacial de una instalación industrial como las mineras.

Lo que ocultan

La comparación oculta todos los impactos positivos de una inversión minera como empleo, inversiones directas e indirectas, capacitaciones sin mencionar que los controles a esta actividad serán realizados por cientos de sanjuaninos desde distintos organismos de control.

El libelo resalta que hay impactos de Josemaría en la provincia de la Rioja, (hoy bajo estudio de la comisión ambiental) y hasta en la República de Chile, una interpretación trasnochada según nuestra mirada y que podría deberse a continuas noches de aislamiento en pandemia, por parte de alguno de sus autores.

Desde los cuestionamientos anónimos se apunta a destacar que los estudios presentados por Lundin para el proyecto Josemaría están basada en la Ley Provincial de protección de glaciares Ley N°8.144 y apunta a desacreditar esa norma diciendo que esa norma “no es aplicable en el territorio sanjuanino debido a que una ley ambiental provincial puede proteger de más, pero nunca de menos que una Ley Nacional de Presupuestos Mínimos”.

Aquí sorprende la afirmación que una ley sancionada por la legislatura no puede ser aplicada en San Juan y vuelve a faltarle el respeto a los 14 organismos que están trabajando en el estudio de estos temas.

Pero la confirmación de que los cuestionamientos fueron hechos a las apuradas o entre gallos y media noche, es que la Ley Provincial de Protección de Glaciares a la que hacen mención lleva el N°1076_L y no el numero 8.144 como indican (error numero 37) y como para que no continúen en esa zona cercana al desconocimiento total, desde aquí les aportamos que la ley nacional de protección de glaciares es la N°26.639 ya que parece que prefirieron dejarla sin número antes de consumar otro yerro.

El informe pseudoambientalista sostiene que hay consecuencias irreversibles en el ambiente y esa sola afirmación se tropieza con el mismo argumento que asegura tiene como dolencia el trabajo, no contar con suficiente tiempo de estudio para analizar todo el trabajo.

La visión “anti”

Esta mecánica de pensamiento “anti” es histórica, solo sirve algo si tiene en cuenta mis intereses, mis visiones, mis preocupaciones, no importa si hay alguien que sabe, estudió o se especializó en ello tiene una visión diferente u opuesta.

Pero para llegar a tamañas informaciones no dudan en incluir fotografías de minas de otros países y hasta de otros continentes con el solo hecho de promover el miedo y el pánico de una mina en operación desconociendo luego las etapas de cierre de cada una de ellas.

Decimos que es un trabajo flojo porque el IIA de Josemaría tiene otros errores en los que afortunadamente está trabajando un comité de expertos para “enderezar” esos estudios.

Pensábamos que la crítica iría por allí, pero nos encontramos con un trabajo poco serio que solo busca en forma antojadiza torcer el desarrollo minero de San Juan.

Minería & Desarrollo tiene un profundo respeto por las posiciones ambientalistas y hasta antimineras. No todos podemos estar de acuerdo en todo. Para esas diferencias existe el dialogo, la validación de cada una de las posiciones, la transparencia, la honestidad en el error y el acompañamiento de la ciencia para que nos ayude a descubrir nuevos puntos de vista. En eso creemos y a eso apostamos.

Minería & Desarrollo

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