El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) ingresó a calificación el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto “Extensión de Vida Útil de Minera Los Pelambres”, una mina que cuenta con antecedentes de contaminación en el lado argentino de la Cordillera de los Andes.
El proyecto contempla una inversión de US$ 2.000 millones busca extender la vida útil de la operación, incorporando alrededor de 1.200 Mt de reservas adicionales a las 2.100 Mt.
Asimismo, se busca dejar de utilizar aguas continentales con fines productivos para 2035.
La semana pasada el SEA admitió el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto. Si es que la institución entrega un informe favorable para la extensión de vida útil de Los Pelambres, el proyecto debe ser votado por la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) correspondiente a su región.
Si el proyecto recibe la aprobación de la Coeva, se emite la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable, que es un documento administrativo final del procedimiento de evaluación ambiental. De esta manera, se califica ambientalmente el proyecto o actividad sometido al SEIA.
De todas formas, si el proyecto es rechazado, el titular puede recurrir administrativamente a la dirección ejecutiva del SEA si se trata de una DIA; en el caso de un EIA debe acudir al comité de ministros.
Antecedente de contaminación en San Juan
En 2015, Antofagasta Minerals fue denunciada por colocar los desechos de la escombrera de la minera Pelambres en suelo sanjuanino, que medía 105 hectáreas y tenía unos 70 metros de altura. Se estimó que arrojaron más de 41 millones de toneladas de residuos peligrosos entre 2007 y 2012.
Tras la denuncia, el juez federal Leopoldo Rago Gallo, por pedido de Fiscalía de Estado de San Juan y el fiscal federal Francisco Maldonado, dispuso una medida cautelar para que Los Pelambres sacara el material estéril acumulado. Además, ampliaron el procesamiento contra los directivos de Xstrata Pachón.
El Plan de Retiro fue dispuesto por resolución judicial el 1 de diciembre del 2017 y dio comienzo formal el 18 de enero del 2018 y en abril de 2023 el gobierno de San Juan anunció que había finalizado el retiro de la escombrera de Cerro Amarillo.
Además del retiro de las cubiertas de equipos fuera de ruta y vehículos livianos y del material de roca estéril, el Plan incluyó el destape de cinco lagunas naturales de la zona.
La disposición judicial obliga a mantener estos controles por los próximos 5 años.