Aunque no se sabe quiénes serán las nuevas autoridades de la Cámara Minera de San Juan (CMSJ), está muy en claro cuáles serán sus desafíos en medio de una etapa inédita para la minería argentina, pero de manera especial, para la de la provincia cuyana: los proyectos de cobre que hace una década eran una esperanza, aparecen cada vez más cerca y esto conlleva nuevos diálogos, problemas y toma diferente de acciones.
Tal como lo destacó el actual presidente de la CMSJ, Ricardo Martínez en una reveladora nota a nuestros colegas De Sobremesa, de Canal 5 Telesol, la renovación se concretará en la asamblea prevista para el próximo 4 de julio.
“La vida es renovación. Es momento de dar paso a nuevas personas comprometidas con el sector”, expresó.
Martínez resaltó el momento que atraviesa la minería sanjuanina, con proyectos que resurgen como Gualcamayo, que pasó de estar considerado “muerto” a mostrar signos concretos de reactivación. Lo mismo que al mencionar la “era del cobre” que requiere de muchos condicionantes para ser realidad.
Jabonería de Vieytes
A semanas de la elección, la CMSJ es por momentos una “jabonería de Vieytes”, en alusión al negocio de jabones y velas propiedad de Nicolás Rodríguez Peña y Juan Hipólito Vieytes en Buenos Aires, en donde se reunían los patriotas que conspiraban contra el gobierno español durante la Revolución de Mayo.
A 200 años de ese hecho y como metáfora minera, los cafés y los bunkers empresarios “porotean” y “tantean” apoyos y votos llegado el caso que no se alcance la lista de unidad.
Sin entrar en esas discusiones, desde M&D nos animamos a listar los siguientes desafíos a los que se deberán adecuar los nuevos dirigentes empresarios:
-Unidad
-Tensiones corporativas y empresarias
-Proveedores locales
-RIGI
-Relación con los intendentes
-Relación con CAEM
-Glaciares y humedales
-Manejo de expectativas
Unidad
Por lo pronto, el primer desafío de los dirigentes empresariales sanjuaninos es llegar a una lista de unidad, ya que en más de 60 años nunca se presentaron dos listas, como parecen indicar las pretensiones de dos de las compañías más grandes que hay en San Juan: las que lideran Barrick-Shangdon (con Veladero) y Lundin-BHP (con el distrito Vicuña).
Ambas exhiben pergaminos suficientes para comandar la central minera, aunque no queda claro qué las diferencia; salvo que se trate de mandatos corporativos de liderar esta nueva etapa de la minería cuyana y sobre todo, asumir el apoyo y la defensa que necesitarán las empresas miembros -no solo hacia afuera- con la discusión de nuevos temas, más allá de los intereses corporativos propios.
De allí la importancia que tomen el resto de los representantes de las empresas como Challenguer Gold (que pone en marcha en noviembre su mina de oro Hualilan), Glencore (del calingastino Pachón), o McEwen Copper con su proyecto insignia Los Azules, ya que con sus apoyos podrán inclinar o no al resto de los asociados de la CMSJ.
A eso se agrega las mas de una docena de empresas exploradoras que en silencio trabajan y meten miles de metros de perforación en Iglesia o Calingasta.
Ni que hablar del papel que vayan a jugar los representantes de las caleras sanjuaninas que en los últimos años conformaron siempre parte del círculo rojo de conducción a través de Caleras San Juan o el Refugio. Son parte de la identidad minera provincial y es impensado un proyecto sin ellos y sus intereses adentro.
La nueva conducción, para este sector, deberá comprometerse (como siempre viene pasando) a encaminar o buscar soluciones a los problemas de abastecimiento de gas, pero especialmente en infraestructura de caminos y electricidad para poder bajar sus costos y hacerlos más competitivos en sus exportaciones.
Tensiones empresarias internas y externas
Una de las mayores incógnitas es saber cómo la lista que triunfe podrá manejar los intereses empresarios propios y los eventuales reclamos corporativos de la organización.
¿A quiénes responderán cuando haya planteos desde el seno de la CMSJ en contra de sus propias empresas o del mismo gobierno provincial o nacional, que los exponga o deje mal parados con sus propios mandatos corporativos?
La mayoría de las veces estas situaciones generan desconfianza y garantiza un éxodo difícil de imaginar en San Juan, pero ya viene pasando en la CAEM (Cámara Argentina de Empresas Mineras) que si no es tomado a tiempo lleva a la muerte de representación de las organizaciones empresarias. Por eso el mandato es contener, dialogar y sobre todo, ceder. (Varias empresas mineras importantes se retiraron de CAEM en el pasado reciente. Entre ellas, Barrick, con su mina Veladero en San Juan, y las productoras de oro y plata Newmont y Patagonia Gold en Santa Cruz).
Ley de proveedores locales
Uno de los temas que más rispideces generará a la futura conducción es cómo se plantarán o no desde la CMSJ frente al interés del gobierno sanjuanino de promover una ley de proveedores locales.
Con la iniciativa, el gobierno busca darle privilegios de territorialidad a los empresarios más cercanos a los proyectos mineros, aunque esa legislación sea redundante con las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) ya aprobadas para cada proyecto y esté en contra de lo que el RIGI (Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones) establece.
La iniciativa oficial es vista con buenos ojos, pero ya anticipa que puede sepultar el financiamiento externo y una catarata de juicios de aquellos proveedores que se sientan “excluidos” de lo que entiendan de una manera ilegal.
Relación con los intendentes
Si le preguntan a los CEOS de cualquier empresa minera, aseguran que las relaciones con los jefes comunales son casi perfectas, solo que se empantanan en tiempos electorales cuando los pedidos cambian rápido de solicitudes a imposiciones y las palabras desarrollo, mano de obra local y proveedores se tiñen de tintes electorales.
No es menor que este año hay dos elecciones de características nacionales pero que se evalúan con otro calibre en los municipios con expectativas o desarrollo minero.
RIGI
Ocurre que, a casi un año de aprobado el Régimen de Impositivo para Grandes Inversiones (RIGI), es decir este conjunto de exenciones fiscales y beneficios impositivos para las inversiones de envergadura, redundó en una estructura de secretarías y burocracia gubernamental que mantiene frenada la aprobación de proyectos mineros.
Tan sólo en el ámbito minero el RIGI fue solicitado para 7 emprendimientos y solo uno obtuvo luz verde hasta el momento.
Entre otros aspectos, el RIGI que logró aprobar el gobierno de Javier Milei, elimina el pago de importaciones, el impuesto PAIS, establece la libre disponibilidad de divisas y el manejo de dividendos, y exceptúa a las empresas de obligaciones como el abono de impuestos y tasas, incluso municipales.
Con qué fuerza se plantarán las nuevas autoridades de la CMSJ para defender los proyectos presentados y, sobre todo, garantizar la vigencia de su articulado frente a proveedores y autoridades, será la clave.
La plataforma de apoyo a las inversiones es vital para la minería como una forma de devolver confianza a la Argentina como país creíble.
Relación con CAEM
El peso de la CMSJ muchas veces estuvo por encima de la Cámara Minera de Empresas Mineras (CAEM) en la discusión de muchos temas. Ese planteo se sustentaba en experiencia, conocimiento de los temas y en el tener domicilio comercial “y familiar en San Juan”, es decir conocer en detalle la temperatura de la Cordillera y dominar “el sanjuanino básico…” en donde arrastrando algunas consonantes o vocales, muchas veces su práctica es garantía para alcanzar acuerdos y cerrar diferencias.
No es menor que uno de los temas que ya se discuten fuertemente es si es necesario o no que las nuevas autoridades de la CMSJ vivan en San Juan. Una especie de NYC (Nacido y Criado) minero.
Manejo de expectativas
Sin lugar a duda, uno de los principales problemas que deberá enfrentar la nueva comisión de la cámara minera local es explicarle a los sanjuaninos los tiempos de desarrollo de los proyectos que van mucho más allá de las necesidades que tienen las comunidades y los gobiernos.
Hasta hoy este tema recorre con altibajos los planes de desarrollo y comunicación de las empresas y todos apuntan a que el Gobierno juegue un papel preponderante en la discusión de ese tema, como apoyo a las necesidades de financiamiento de los proyectos que son la brújula que marca la mayoría de los tiempos de avance de estos.
Con la salida de Ricardo Martínez al frente de la central minera se pudieron sortear muchos de estos temas, lo mismo que la conformación y gestión de la Mesa de la Productividad en donde militaban los mismos temas con la Unión Industrial, la Cámara Minera, la Cámara Argentina de la Construcción y la Cámara de Comercio Exterior.
Con Martínez se va un estilo de conducción con luces y sombras, pero cuyas formas todos los actores conocían de antemano.
En esa relación se valoraba la honestidad y buena voluntad, que no haya ganadores y perdedores en un modelo en el que no había dobleces y se mejoró bastante la comunicación a la comunidad.
Habrá que ver qué modelo o estilo eligen los mineros sanjuaninos en la nueva conducción.
De todas formas, ya todos saben que los tiempos cambiaron: ya nadie calla errores y la mayoría de las veces se disimulan los aciertos o se los hacen propios. Son los nuevos tiempos de la minería sanjuanina.
Minería & Desarrollo