Uranio, alianzas público-privadas y mayor participación de YPF, los desafíos mineros que vienen

En el marco de la segunda jornada del Seminario Empresas Mineras, cuyo eje estuvo puesto en Modelos Nacionales, se hizo hincapié en el establecimiento de condiciones para el desarrollo de la minería del uranio, en la importancia de constituir alianzas público-privadas y en la necesidad de lograr mayor participación de YPF en la minería argentina.

Así lo expresó el secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, en su discurso de apertura. “Hay muchos que ya hemos podido abandonar la discusión entre minería sí y minería no para pasar a discutir cómo hacer minería. Hay una serie de principios que ya forman parte de esa lógica, además de la sostenibilidad habría que agregar también el pensar en tener en cuenta como una especie de condición sine qua non un necesario involucramiento con las comunidades locales, una fuerte apuesta al desarrollo de la cadena de valor minero y finalmente la necesaria generación de alianzas público-privadas de manera tal de poder desde esa visión generar mejores condiciones para que haya un mayor acuerdo social y podamos avanzar más rápida y sostenidamente en las inversiones mineras”, expresó.

Hensel aseguró que las empresas públicas han permitido una mayor participación de las jurisdicciones locales en el negocio minero y que eso debe ser tomado como ejemplo, ya que mejora de las provincias como dueñas de los recursos en el negocio minero.

Por otra parte, indicó que es necesario incentivar una mayor participación de YPF en la minería de Argentina, sobre todo por su experiencia en exploración. “Cuando hablamos de alianzas público privadas es público-público y público-privadas. Es  decir, entre Nación, provincias y municipios y entre empresas privadas y empresas públicas”, precisó el funcionario sanjuanino.

Con relación a la minería del uranio, manifestó que el país tiene recursos identificados que hoy ascienden a alrededor de 38 mil toneladas. “Es paradójico que no obstante esa situación hemos importado uranio natural y enriquecido por más de 240 millones de dólares, demanda que seguramente se va a incrementar o acelerar en función de la proyección de construcción de las nuevas centrales como Atucha III y IV. Es un insumo crítico para la seguridad y la sostenibilidad energética global porque el  95% de la producción del uranio tiene como destino exclusivo la producción de combustible nuclear y casualmente Argentina es uno de los pocos países que puede dominar el ciclo completo desde el mineral hasta el combustible nuclear”, explicó.

En ese sentido, aseveró que el Estado debe asegurar el suministro de energía a precios accesibles para el desarrollo de la industria y también para el abastecimiento de la población. “Sin energía no hay industria y sin industria no hay desarrollo económico y social”, concluyó.

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