Desde la compañía desmienten así versiones que indicaban que habían modificado los plazos anunciados y paralizado licitaciones de obras.
En sus resultados operativos y financieros, la canadiense aseguró que están “entusiasmados” de tener ahora el Proyecto Josemaría bajo su dirección y que están “avanzando en el proyecto de manera deliberada y disciplinada”.
A pesar de informar caída en sus ganancias y altos costos debido a la inflación, Lundin afirmó que el gasto esperado del proyecto, que había estimado con anterioridad en 300 millones de dólares, sigue sin cambios.
“La compañía había estimado previamente un gasto de Josemaría de USD 300 millones para avanzar en el proyecto que incluía ingeniería, compromisos para elementos de largo plazo, actividades previas a la construcción y perforación. El gasto esperado del proyecto permanece sin cambios”, indica el informe que dio a conocer a sus accionistas.
Lundin recibió en abril la Declaración de Impacto Ambiental que le permite avanzar en la obtención de permisos para construir la mina en Iglesia. Ahora se encamina a obtener el financiamiento de 4200 millones de dólares que necesita para concretar las obras que demandarán entre 8 y 10 mil trabajadores en el pico de construcción.
Performance trimestral de Lundin
A pesar de las difíciles condiciones inflacionarias del segundo trimestre, Lundin Mining generó más de USD 365 millones de efectivo de actividades operativas y USD 215 millones de flujo de caja libre. “Desafortunadamente, nuestras ganancias se vieron afectadas por importantes ajustes de precios provisionales debido a la caída de finales del trimestre en los precios de los metales básicos. Nuestro balance sigue siendo muy sólido con $470 millones de efectivo neto y una liquidez total de aproximadamente $2300 millones al final del trimestre ”, comentó Peter Rockandel, presidente y director ejecutivo.
La empresa también indicó que el costo de producción y el costo de efectivo fueron más altos que el trimestre comparable del año anterior, principalmente debido a los impactos inflacionarios en los consumibles, en particular el diésel y la electricidad, así como en los costos de mantenimiento y contratistas.
