La canadiense Lundin Mining anunció que está comprando una participación mayoritaria en la mina de cobre y molibdeno Caserones en Chile por alrededor de $ 950 millones, lo que se suma a un flujo de acuerdos a medida que los mineros buscan aumentar su exposición al metal crucial para la transición energética mundial.
La inversión, una de las más importantes de la minería mundial en 2023, pone en evidencia que los dueños del proyecto sanjuanino Josemaría priorizaran sus inversiones fuera de la Argentina, pese a las quejas de las autoridades nacionales y provinciales, que alegan su falta de compromiso lo mismo que los cuestionamientos que llegan de sus proveedores y de la cadena de valor asociada.
Las quejas oficiales dan cuenta que Lundin se comprometió a poner en marcha su patio de preensamblado en Albardón y que para ese proceso contrataría unas 800 personas y una treintena de empresas proveedoras. A ese fin desde el año pasado cuenta con los permisos ambientales de esa obra, pero nunca comenzaron los trabajos.
Según el comunicado oficial, la minera adquirirá una participación del 51% en la empresa que opera Caserones de manos de su propietario, la japonesa JX Nippon Mining & Metals Corp.
Lundin dijo que pagará $ 800 millones en efectivo por adelantado, más $ 150 millones durante seis años desde la finalización del acuerdo.
La transacción también otorga a la minera con sede en Toronto el derecho a comprar una participación adicional de hasta el 19 % en la mina de cobre y molibdeno por $350 millones durante cinco años.
“La participación mayoritaria inicial aumenta nuestra exposición a lo que creemos que es un creciente distrito minero de cobre de primer nivel. Conservamos la opción de aumentar aún más nuestra propiedad en los próximos años a un precio atractivo”, dijo el director ejecutivo de Lundin, Peter Rockandel, en el comunicado.
JX Nippon Mining & Metals dijo que la decisión de vender parte de Lumina Copper, su subsidiaria y operadora de Caserones, fue parte de una revisión de cartera de activos.
La firma se convirtió en propietaria mayoritaria de la mina chilena en noviembre de 2020, cuando adquirió las participaciones de sus socios en la operación Mitsui & Co y Mitsui Mining and Smelting.
La operación ha sufrido una serie de retrasos y sobrecostos desde que comenzó a producir en mayo de 2014. Su producción anual de aproximadamente 100 000 toneladas todavía está por debajo de las 150 000 toneladas anuales previstas cuando comenzó la construcción de la mina.
Se espera que el acuerdo se complete para junio de 2023, dijo Lundin.
Caserones se ubica a una altura de 4.200 a 4.600 metros sobre el nivel del mar en el desierto chileno de Atacama, cerca de la frontera con Argentina.
Lundin Mining acaparó los titulares de todo el mundo minero el año pasado cuando se abrió un socavón cerca de una de las minas de la compañía en Chile: Alcaparrosa y recibió millonarias multas por la afectación de acuíferos en la zona.
Minería & Desarrollo con información de agencias