Tanto en el Norte, como en el Centro y Oeste del país, el ferrocarril es un medio de transporte económico, seguro y sirve en una pequeña escala para llevar minerales hacia los puertos de Rosario y Buenos Aires. Para la industria es un servicio que se convertirá en trascendental para el desarrollo minero del país.
La actividad minera considera en todos los países del mundo al tren como un medio de comunicación indispensable a la hora del análisis de la prefactibilidad y factibilidad de cualquier proyecto minero que busca transportes eficientes para sacar la producción una vez que entren en producción cualquiera de los yacimientos que hoy están en etapas de exploración avanzada.
De hecho, antes de los anuncios de privatización, se estaban formando acuerdos entre empresas argentinas para el desembarco de grandes operadores de ferrocarriles internacionales.
Las inversiones tienen en foco los miles de toneladas de carbonato de litio que se necesita conducir a los puertos del Atlántico desde el Norte del país (Jujuy, Salta, Catamarca), o el cobre, la plata y el oro de la región de Cuyo (San Juan, Mendoza); mientras que desde Córdoba impulsan todos los proyectos porque aseguran pueden aportar la metalmecánica indispensable para garantizar toda la infraestructura.
Conviene destacar que resulta llamativo que, a la hora de considerar inversiones para reflotar el Belgrano Cargas, las autoridades nacionales solo ven la potencialidad de la actividad agrícola con los granos a la cabeza y desconocen la importancia y las inversiones que podía atraer para desarrollar la infraestructura que necesita el sector minero.
Esos fondos son vitales para mejorar las vías y todo el material rodante, pero por sobre todo, para darle un sentido económico a un viaje que desde San Juan hasta el Puerto de Buenos Aires hoy se hace en promedio a 8 km por hora y cada formación puede tardar más de una semana hasta llegar a destino.
7600 kilómetros de vías
El Belgrano Cargas, una línea de trenes de 7.600 kilómetros m de extensión, es fundamental para conectar las regiones del Noroeste (NOA) y Noreste (NEA) argentino con los puertos de exportación del centro del país, principalmente en Rosario.
La privatización de esta línea podría significar un importante cambio en la estructura logística nacional, dado que históricamente ha sido un elemento vital para el transporte de productos agrícolas, como soja y maíz, desde las economías regionales hacia los mercados internacionales.
Este enfoque de concesión a privados busca reducir costos de operación y mejorar la eficiencia, pero también plantea incertidumbres sobre el futuro de los empleos y el impacto en la calidad de los servicios.
En San Juan
En San Juan el Belgrano Cargas se encarga de despachar contenedores de vino, carbonatos de calcio y bolsas cal para la construcción.
En el año 2019, el Gobierno provincial realizó una inversión de $17.000.000 en el mejoramiento de la infraestructura de la estación de trenes de Albardón, lo que mejoró el envío de mercaderías que hasta ese momento se limitaba a la salida de cargas de piedras no metalíferas a granel.
Con el correr de los años, el tren de cargas se convirtió en un pilar de San Juan operando de manera continua con un promedio de 50.000 toneladas mensuales transportadas, principalmente al servicio de la minería no metalífera y la industria vitivinícola.
Actualmente, el ferrocarril de cargas es operado por la compañía estatal Belgrano Cargas y Logística S.A y parte desde la estación de Albardón, localizada en calle Nacional y La Laja. Desde allí se dirige hasta el distrito mendocino de Palmira y luego sale hasta Buenos Aires.
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