El ministro de Producción de San Juan, Gustavo Fernández y el gerente de Relaciones Institucionales de Josemaría, Ivan Grgic relativizaron las expresiones que en forma reciente impulsaron algunos obispos latinoamericanos y el Papa Francisco en contra del desarrollo de la actividad minera o petrolera en cada uno de sus pueblos.
Las declaraciones se dieron en el marco de un encuentro minero que se realizó el pasado martes en San Juan y que contó con la participación del gobernador sanjuanino Marcelo Orrego, el mendocino Alfredo Cornejo y el jujeño Carlos Sadir.
Fernández fue uno de los más firmes -pero sin querer entrar en un debate- graficó a Minería & Desarrollo que la minería es una actividad noble, que debe respetar el medio ambiente. No es una visión contradictoria, pero todos sabemos que la iglesia “necesita el cobre para llevar electricidad en sus templos”.
“Todos buscamos el respeto por el medio ambiente”, agregó, “y no solo en la minería. En la medida que cumplamos con esos requerimientos todas las actividades son nobles. Incluida la minería, que forma parte de nuestra vida cotidiana”, expresó.
En su presentación, Ivan Grgic no eludió el documento que prepara un sector de la iglesia en contra de la minería y cómo se plantan las empresas mineras frente a esta dicotomía que buscan enfrentamientos.
Disertó en un panel en el que contó las actividades que se están realizando en el proyecto Josemaría y los beneficios que se vienen con el acuerdo de Lundin y BHP. Además, aprovechó para reflexionar sobre qué papel juega la minería en el desarrollo de las comunidades y que significa la actividad para los pueblos.
“¿Somos Papá Noel (en las comunidades) que hacemos el arquito de la cancha, los que pintamos escuelas, los que auspiciamos actividades que impulsa y valora la comunidad? ¿Quiénes somos? ¿Somos un grupo religioso que la semana pasada hizo una reunión con un cartel en el medio que decía ‘Toda mina contamina’? ¿Somos el demonio?”, reflexionó.
“Todo el compromiso que asumimos con la sustentabilidad en nuestras comunidades. Todo esto que hablamos de sustentabilidad antes de iniciar la construcción como lo hace todo proyecto minero, ¿por eso nos tenemos que cargar con una especie de culpa?”, se preguntó.
Grgic detalló el trabajo cotidiano que las empresas mineras hacen con la sustentabilidad, “lo que hacemos con el empleo, el crecimiento con la comunidad, con los proveedores locales, ¿somos los peores?”
“Nosotros estamos orgullosos de lo que hacemos, orgullosos de contar por ejemplo con un 30% de mujeres en nuestro equipo, lo que nos pone muy felices”, señaló.
La semana pasada, la Iglesia Católica organizó un encuentro de obispos en Panamá para “abordar las problemáticas derivadas de la explotación de los recursos naturales, así como aumentar la sensibilización y brindar apoyo a las comunidades afectadas”, informaron desde el Vaticano.
El evento llamado «La Iglesia y las comunidades afectadas por la minería» priorizó “el diálogo y el intercambio de experiencias para fortalecer la lucha en contra del modelo económico extractivista y buscar alternativas viables que permitan cuidar la naturaleza y con ello la vida de las personas”, aseguran.
Además, hace algunas semanas, el Papa Francisco había realizado declaraciones con críticas a la actividad minera en Argentina. “Pienso en algunas experiencias de mi país, donde el colonialismo se llama litio, y se explota a tanta gente”, señaló.