La población de guanacos en Santa Cruz está «fuera de control»

La población de guanacos en Santa Cruz está "fuera de control"

Según dirigentes de esa provincia, en la actualidad existen entre 2,8 y 3 millones de guanacos contra unas 2,3 millones de ovejas que se disputan el recurso agua y forrajero, que de por si ya son escasos.

Luego de un crudo invierno y las devastadoras nevadas que azotaron los campos de la Patagonia, dirigentes ruralistas de las provincias de la región se reunieron con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, para trazar una agenda de trabajo de cara al futuro productivo en la región. Enfrentan un problema que parece no tener solución: la superpoblación de guanacos que genera una competencia con la oveja en la meseta central de toda la zona, donde ambas especies se disputan el recurso agua y el forrajero que de por sí ya son escasos.

Según estimaciones de las entidades, solo en la provincia de Santa Cruz la población de estos animales silvestres ha superado en cantidad al ganado ovino: en la actualidad existen entre 2,8 y 3 millones de guanacos contra unos 2,3 millones de ovejas.

“Es una población que está fuera de control, con una gran tasa reproductiva. Es una especie que con inviernos más duros mueren pero en los últimos tiempos esta estación se volvió más benigna y así sobreviven más. No son cifras exactas pero los estimativos dicen que hay 3 millones en Santa Cruz”, dijo al diario La Nación César Guatti, representante de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS) en la Mesa Directiva de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

En este contexto, recordó que, si bien existen regímenes que regulan los porcentajes de extracción que puede hacer un productor, censo previo de las autoridades de la provincia, esto no es suficiente.

“Es una labor muy incipiente, hay que trabajar mucho todavía. Pero lo cierto es que la sobrepoblación de guanacos está provocando un daño sobre los pastizales naturales en un ecosistema frágil como es de la Patagonia y compitiendo fuertemente con la ganadería”, detalló.

En cuanto al depredador natural de esa especie, el puma, dijo que, al ser tan alto el crecimiento de la población de guanacos, prácticamente no tiene una incidencia significativa.

Fue hace 20 años atrás que el guanaco comenzó a convertirse en un contratiempo para los productores patagónicos y fue en ese tiempo en el que se comenzaron a realizar los primeros relevamientos, ajustando los métodos de conteo, con aviones entre otras herramientas.

“El guanaco es un animal que corre y va de un lado al otro. No es fácil medir la cantidad de población exacta. Iraeta nos dijo que se va a seguir trabajando en el plan nacional de manejo del guanaco, que ya ha tenido algunas reformas que fundamentalmente le da mayores atribuciones a las provincias.

También entre las mismas provincias patagónicas se tiene que avanzar en acuerdos sobre el manejo de esta población. Es una labor muy ardua, se te están haciendo trabajos interdisciplinarios y se van proponiendo acciones para ver cómo se puede mitigar este problema que estamos teniendo”, remarcó.

Biosfera San Guillermo

La población de guanacos en San Juan tiene un desarrollo natural en la zona de Iglesia, en la Reserva de la Biosfera San Guillermo.

Muchas veces la presencia de estos animales en estos parques es aprovechadas por los movimientos antimineros para reclamar su cuidado y protección -en contra del desarrollo minero- desconociendo que son una plaga y que muchos de esos animales están enfermos de sarna en nuestra zona.

De allí la necesidad de que se hagan estudios serios para cuidar este hábitat, que puede convivir con la actividad minera, saber cuántos animales hay, en qué estado y cuáles son las mejores formas para su manejo. Antecedentes hay varios, de hecho son las empresas mineras las que aportaron fondos para cuidar y proteger estos lugares.

Lo peor es hacerse los distraídos, como hasta hoy, y creer que la naturaleza es sabia porque con esa línea de pensamiento los guanacos patagónicos harán desaparecer a las ovejas. Y esos guanacos no llegaron hasta allí escapando de la actividad minera.

Minería & Desarrollo

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