«Antes del estallido de la guerra, las perspectivas eran ampliamente favorables para 2022-23, con un crecimiento y una inflación que volvían a la normalidad a medida que los efectos de la pandemia y las limitaciones de la oferta disminuían. Sin embargo, la invasión de Ucrania, junto con el cierre de las principales ciudades y puertos de China, ha generado una nueva serie de efectos adversos».
De esta forma comienza el primer informe de perspectivas económicas de 2022 de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), entidad que engloba a 34 países. El documento analiza el impacto de la guerra y la inflación en el crecimiento de las economías, pero también el encarecimiento de los precios de las materias primas, entre otros aspectos.
Encarecimiento de las materias primas
La OCDE ha expuesto cuánto se han encarecido una quincena de materias primas desde que comenzó 2022.
El carbón encabeza este particular ranking, con una subida del 69,3 %, seguido del trigo y el gas procedente de Estados Unidos, cuyos precios han subido un 60 y un 54,5 %, respectivamente. En cuanto al níquel, clave en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, es la que acumula un mayor incremento, +46,5 % desde el inicio del ejercicio.
Por su parte, el aluminio se ha encarecido un 6,8 % y el cobre un 1,5 %. Además, precisó la subida del petróleo, +29,11 %, y la del mineral de hierro, +9,74 %.
Estos incrementos se deben, según recoge el informe de la OCDE, a que Rusia produce el 3,8 % del cobre a nivel mundial, el 5,78 % del aluminio, el 9,48 % del níquel, el 11,92 % del petróleo y el 17,99 % del gas natural.
Aumenta la inflación y se reduce el crecimiento
El informe de la OCDE recoge que la inflación se mantendrá elevada en 2022, alrededor del 5,5 % en las «economías más avanzadas» y en torno al 8,5 % en el conjunto de la OCDE, es decir, en los 34 países que forman parte de la organización, entre ellos España.
La inflación comenzará a retroceder, prevé la OCDE, en 2023, «a medida que disminuyan las presiones sobre la cadena de suministro y los precios de las materias primas». «No obstante -añade el informe-, se prevé que la inflación subyacente, aunque se esté desacelerando, se mantenga a medio plazo en los objetivos o por encima de ellos en muchas de las principales economías a finales de 2023».
Esta coyuntura económica provocará, en palabras de la OCDE, «que el crecimiento sea considerablemente más débil de lo esperado en la mayoría de las economías, especialmente en Europa». En este sentido, la organización estima que el PIB mundial caerá un 1,5 % este año, en parte por las «profundas recesiones» de Rusia y Ucrania, hasta situarse en el 3 %, cifra que prevé se mantenga para 2023.
¿Cuál es el panorama para Argentina?
El informe de la entidad asegura que tras el fuerte repunte registrado en el segundo semestre de 2021, se prevé que el PIB aumente un 3,6% en 2022 y un 1,9% en 2023 .
«El reciente acuerdo con acreedores externos disminuirá la incertidumbre en materia de políticas económicas y ayudará a reducir gradualmente los arraigados desequilibrios macroeconómicos. La subida ha alcanzado el 58% en términos anuales y está relacionada en gran medida con factores internos, ya que muchos precios internos están desvinculados de las tendencias globales», agrega el documento.
Además, precisa que «los controles cambiarios, las bajas reservas de divisas y el limitado margen de actuación fiscal mantienen los riesgos elevados, lo cual pesará sobre la inversión en 2022 y 2023».
Minería & Desarrollo con información de OCDE y Material Eléctrico.