La minería como política de Estado: La oportunidad histórica de la Argentina

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Por Andres Aguilar, especialista en Derecho Minero

La Argentina posee una de las mayores oportunidades estratégicas: convertir su potencial geológico —cobre, oro, plata— en un motor de desarrollo genuino, sostenible e inclusivo. Pero esto solo será posible si la minería deja de ser una actividad circunstancial y se transforma en una verdadera política de Estado.

Los países que lo lograron —Chile, Perú, Canadá, Australia— comparten una misma premisa: reglas estables, visión de largo plazo, institucionalidad fuerte y un consenso político transversal que resguarda a la minería de los vaivenes partidarios. Allí radica la diferencia estructural.

Benchmarking

Chile consolidó una gobernanza clara, con un Estado que regula con eficiencia y no interfiere con discrecionalidad. CODELCO coexiste con inversión privada y reglas fiscales que premian la competitividad. El royalty minero fue ajustado con criterios técnicos y previsibilidad jurídica.

Perú articuló su marco legal con un enfoque descentralizado, fortaleciendo la participación de las comunidades, con mayor institucionalidad en la gestión regional de los recursos.

Canadá elevó estándares ambientales, sociales y de transparencia, generando un ecosistema robusto de confianza. La minería es parte del entramado productivo nacional, no una actividad aislada.

Australia integró su política minera con infraestructura estratégica, educación técnica, valor agregado local y clusterización de proveedores, generando desarrollo territorial sostenido.

Argentina tiene los cimientos legales adecuados —la Ley 24.196 o el RIGI—, pero carece de algo esencial: cumplimiento efectivo, estabilidad normativa, coherencia fiscal y articulación institucional entre Nación y provincias. La inseguridad jurídica y la incertidumbre fiscal son el principal desincentivo, no el recurso geológico.

Pilares

Blindaje normativo y fiscal multilateral. Un pacto federal minero con jerarquía institucional que proteja las reglas y despolitice la actividad.

Planificación territorial estratégica. Energía, agua, caminos, trenes, puertos y capacitación deben integrarse en un modelo de desarrollo regional asociado al crecimiento minero.

Consenso social informado. Comunicar con transparencia, educar y dialogar con las comunidades es tan importante como perforar el suelo.

Estímulo al valor agregado local. Servicios, proveedores, tecnología y formación deben ser parte del ecosistema minero.

Solución

No se trata de complejidad, sino de voluntad política y ejecución inteligente. Argentina no necesita inventar el modelo, necesita adoptar las mejores prácticas con inteligencia y coraje.

Los recursos están. La oportunidad también. Se debe actuar con determinación y visión de país.

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