Por Horacio Puigdomenech
Las recientes publicaciones que dan cuenta de las caídas en el precio del litio merecen un análisis destacado que pone en evidencia la importancia de entender y comprender los ciclos de la industria minera, tanto a nivel global como local.
Eso permitiría aprovechar al máximo las oportunidades y estar preparados para cambios desfavorables por baja del precio de los productos. Algo que es inherente a la minería y a otros mercados por lo que quienes conocemos nuestra actividad no nos sorprendemos.
La toma de decisiones sin información casi siempre provoca caos y grandes pérdidas económicas, y lo que es peor, desacreditan a una industria genuina ante falsas promesas de desarrollo y riquezas que luego se constituyen en cadena de frustraciones para la comunidad.
El Estado y los operadores mineros deben informar con base científica sobre las fortalezas y debilidades de cada proyecto, trasmitiendo el mensaje que sin esfuerzo no es posible alcanzar éxito.
La actividad minera es de naturaleza cambiante y llenas de desafíos, de largo plazo y de ahí, la necesidad de contar con políticas públicas y licencia social que en algunos casos traspasan nuestra propia existencia.
Desde el Grupo Sarmiento destacamos hace tiempo sobre la importancia del litio de la Puna para tres provincias y principalmente para sus comunidades que habitan una zona inhóspita.
De los peligros y los excesos de proyectar exportaciones estando parados sobre una burbuja de precios de un mineral abundante.
De la torpeza de desconocer valores agregados hablando de fabricación de baterías. Del error de proyectar aportes de un producto sensible a los vaivenes del mercado.
Por eso la propuesta no escuchada de establecer regalías progresivas y móviles, para que en tiempo de super precios del litio o del mineral que fuere, hayan super regalías e impuestos además de ganancias empresariales.
Pero cuando estos precios caigan, los aportes aflojen para sostener lo más importante, el ingreso de los trabajadores y la continuidad de las pymes argentinas.
Sentido común se llama y requiere de responsabilidad y compromiso.
Minería & Desarrollo