Tomando en cuenta la relevancia del recurso hídrico en medio de la sequía que enfrenta el país, el presidente del directorio de Codelco, Juan Benavides, aseguró ayer que la minera estatal tiene garantizada el agua necesaria para operar normalmente en 2022, principalmente en las divisiones El Teniente y Andina. “Los estudios están hechos; garantizan que el agua será suficiente”, sostuvo el directivo.
En relación al mismo tema, señaló que la adjudicación de la megadesaladora para el Distrito Norte, que se esperaba para este año, está todavía en la fase final del proceso.
“Estamos muy cerca”, puntualizó, agregando que “hay todavía aspectos de contratos que se están analizando”.
Benavides abordó este desafío en el marco de la inauguración del nuevo Centro de Operaciones-Estratégico (CIO-E) que está ubicado en la Casa Matriz de la estatal en Santiago y respecto del cual destacó su nivel de materialización.
“Hay 2% más de productividad solo por análisis de datos y por las recomendaciones que se están haciendo. Hay todo un estudio que se ha hecho de las bases de cada proceso de manera tal que con el análisis que se ha ido haciendo se espera que en un lapso de tres años se llegue a indicadores de productividad muy superiores a los que hay hoy”, adelantó.
Proyecciones de precio
De cara a 2022, el presidente ejecutivo de Codelco, Octavio Araneda, señaló que prevén un precio del cobre que esté por debajo de los US$ 4 por libra, un valor un poco más bajo que el alcanzado en el año en curso.
Puntualizó que, si bien “siempre es muy difícil poder pronosticar los precios, especialmente los de corto y mediano plazo”, el próximo año “probablemente (habrá) un precio un poco más bajo que este año, en torno a los US$ 3,80-US$ 3,90”.
Producción de la compañía
En cuanto a las metas de producción de la estatal para este año y el próximo, Araneda espera que sus niveles sean similares a los alcanzados en el ejercicio 2020.
Según explicó, de acuerdo con todos los balances se estima que en los próximos años existirá un incremento de la oferta, ya que aparecerá producción nueva considerando, por ejemplo, las entradas de las iniciativas Quebrada Blanca y Spence en Chile, y Quellaveco en Perú.
“El balance se ve con un ligero superávit en los años siguientes hasta el 2024 aproximadamente. Pero, de ahí, se ve un incremento del ajuste del equilibrio entre oferta y demanda”, detalló, aludiendo a la mayor demanda proveniente de autos eléctricos.
“Si bien es difícil poder pronosticar cuánto va a ser, en qué magnitud y en qué velocidad, nos hace prever que el futuro del cobre se ve bastante bien”, destacó el ejecutivo, añadiendo que esta tendencia se acelerará mucho más en la medida que aumente la conciencia global en torno al cambio climático.
Minería & Desarrollo con información de Diario Financiero.