El proyecto de ley fue aprobado mayoritariamente por los legisladores del Congreso. La aprobación del presidente Laurentino Cortizo, oficializada en el boletín del gobierno, fue el último paso para dar luz verde al contrato por Cobre Panamá tras un largo camino de negociaciones.
Los términos del nuevo contrato garantizan un ingreso anual mínimo de 375 millones de dólares al gobierno de Panamá y tendrá una vigencia de 20 años con opción de renovación.
First Quantum pagó 61 millones de dólares en regalías en 2021.
La administración de Cortizo y la minera canadiense acordaron inicialmente un texto para un contrato renovado que cubre el proyecto Cobre Panamá en marzo. Pero la aprobación resultó difícil de alcanzar, ya que algunos legisladores exigieron cambios en algunas cláusulas.
Se modificó una versión anterior del contrato para eliminar cláusulas como una que permitía a la filial solicitar restricciones de espacio aéreo y otra que habría extendido su mandato más allá del cobre y sus minerales asociados para incluir también el oro y la plata.
Las negociaciones contractuales provocaron protestas locales por los impactos ambientales y económicos de la mina. Varias calles fueron cerradas en la capital panameña mientras cientos de personas se manifestaban contra la enorme mina a cielo abierto.
Felipe Argote , economista, criticó el contrato en las redes sociales, afirmando que First Quantum le quitará al país económicamente mucho más de lo que aporta.
El ministro de Comercio e Industria, Federico Alfaro, afirmó que la competencia de la empresa se limita al cobre y sus minerales asociados, pero no a los metales preciosos, en una superficie de unas 13.000 hectáreas.
Dijo que la aprobación final del contrato enviará un mensaje positivo a los futuros inversores.