Miembros de la comunidad de Iglesia le solicitaron al ministro Carlos Astudillo apoyo para la restauración de dos tradicionales piezas del patrimonio cultural del departamento: la Capilla de Achango ( declarada Patrimonio Histórico de la Nación ) y el Templo Viejo de Santo Domingo de Guzmán ( que cuenta con la declaración de Patrimonio Histórico de la Provincia ), a instancias de las gestiones realizadas a través del Diputado Nacional Walberto Allende, quien preside la Comisión de Minería de la Cámara Baja del Congreso Nacional.
A tal fin concretaron un encuentro con la autoridad minera provincial el legislador nacional junto al Director de Patrimonio Cultural dependiente del Ministerio de Turismo y Cultura Arq. Jorge Alberto Martín, y la Subsecretaria Administrativa Financiera CPN Patricia Guarneri con El Párroco de Iglesia Roberto López, el titular de la tenencia de la Capilla de Achango y restaurador de estructuras arquitectónicas de tierra Aníbal Montesino y Cristina Ramos García en representación de la comunidad iglesiana.
El Ministro Astudillo comprometió su visita al departamento para tomar contacto directo con las comunidades que resguardan estas obras del patrimonio provincial, y posibilitar la ayuda del Ministerio en las obras de restauración necesarias para la debida conservación de las mismas.
Sobre la Capilla de Achango
La Capilla de Achango se encuentra en el paraje homónimo en la provincia de San Juan. En ella se rinde homenaje a la Virgencita del Carmen ubicada en un pequeño poblado de casas de adobe habitado por los descendientes de la familia fundadora, los Poblete Montesino.
Se dice que la imagen de la Virgen del Carmen llegó desde Cuzco —o desde Quito, no sé sabe con precisión— a finales del siglo XVIII. Fue entonces cuando los jesuitas construyeron la capilla. La historia dice también que la División del Norte del Ejército de los Andes, a cargo del comandante Juan Manuel Cabot, se encomendó ante esta Virgen antes de cruzar hacia Chile por el paso de Gauna —a unos 5000 metros sobre el nivel del mar—.
Es la devoción a Nuestra Señora la que permite que este puñado de casitas de adobe perdure en esta apartada región, a 1790 msnm. El conjunto se completa con la sacristía, el campanario, algunos derrengados corrales y, un poco más abajo, el viejo cementerio. La capilla fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1997.
Este tipo de construcciones de adobe tienen un valor patrimonial incalculable. La capilla posee gruesas paredes de adobe revocadas en barro y blanqueadas a la cal. Los rollizos del techo a dos aguas están dispuestos sobre un travesaño que funciona como tensor. Todo está ligado con ataduras de tientos mojados que, al secarse, ajustan perfectamente la estructura.
Se cree que el altar, apenas ornado, es una muestra del altar doméstico o criollo propio de la Argentina de principios del siglo XIX. El piso es de tierra compactada con sangre de vaca, algo usual en aquellos tiempos para hacerlo más firme. Sin embargo, no puede verse porque está totalmente cubierto por alfombras bordadas a mano en lana de oveja y teñidas con tinte de retortuño —una planta característica de esa zona—.
Sobre el Templo Viejo de Santo Domingo de Guzmán
Su existencia data en documentos históricos desde un Acta firmada en 1835.
Hay una pintura muy antigua de Pedro Parada Torres donde se observa una iglesia mayor, que habria sido destruida por el «terremoto argentino» sucedido en 1894, siendo la primera catástrofe sísmica registrada de la era moderna en el país.
A su costado izquierdo se observa lo que hoy es el «templo viejo», probablemente construido por los dominicos misioneros que se instalaron en la zona. Este templo, al igual que el de Achango, tiene paredes de tapiales, techo de palos y carrizos, típicos de la zona y ha resistido todos los terremotos del Siglo XX y el último de la provincia.
Dentro del templo se destaca su altar, donde se observan imágenes muy antiguas, de la época colonial, que lucen vestidos con hábitos de tela y hay una campana que data de 1878 que está rota en la parte inferior.
Entre este templo y el de Achango, le dieron el nombre a «Iglesia».