La República Democrática del Congo presentó denuncias penales contra filiales de Apple en Francia y Bélgica, acusando a la empresa tecnológica de utilizar minerales en conflicto en su cadena de suministro, dijeron a Reuters abogados del gobierno congoleño.
El Congo es una importante fuente de estaño, tantalio y tungsteno, los llamados minerales 3T que se utilizan en ordenadores y teléfonos móviles. Pero algunas minas artesanales están gestionadas por grupos armados implicados en masacres de civiles, violaciones masivas, saqueos y otros delitos, según expertos de la ONU y grupos de derechos humanos.
Apple no obtiene directamente minerales primarios y dice que audita a los proveedores, publica los resultados y financia organismos que buscan mejorar la trazabilidad de los minerales.
Su presentación de 2023 sobre minerales en conflicto ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos decía que ninguna de las fundiciones o refinerías de minerales de 3T o de oro en su cadena de suministro había financiado o beneficiado a grupos armados en el Congo o en países vecinos.
Minerales congoleños
Pero los abogados internacionales que representan al Congo argumentan que Apple utiliza minerales saqueados del Congo y lavados a través de cadenas de suministro internacionales, lo que, según ellos, convierte a la empresa en cómplice de los crímenes que tienen lugar en el Congo.
En denuncias paralelas presentadas el lunes ante la fiscalía de París y ante un juez de instrucción belga, el Congo acusa a las filiales locales Apple France, Apple Retail France y Apple Retail Belgium de una serie de delitos.
Estos incluyen el encubrimiento de crímenes de guerra y el lavado de minerales contaminados, el manejo de bienes robados y la realización de prácticas comerciales engañosas para asegurar a los consumidores que las cadenas de suministro están limpias.
“Está claro que el grupo Apple, Apple France y Apple Retail France saben muy bien que su cadena de suministro de minerales se basa en irregularidades sistémicas”, afirma la denuncia francesa, tras citar informes de la ONU y de derechos humanos sobre el conflicto en el este del Congo.
Bélgica tenía el deber moral particular de actuar porque el saqueo de los recursos del Congo comenzó durante el gobierno colonial del siglo XIX de su rey Leopoldo II, dijo el abogado belga del Congo, Christophe Marchand.
“Corresponde a Bélgica ayudar al Congo en su esfuerzo por poner fin al saqueo por medios judiciales”, afirmó.
Las denuncias, preparadas por los abogados en nombre del ministro de Justicia del Congo, formulan acusaciones no sólo contra las filiales locales, sino contra el grupo Apple en su conjunto.
Se eligió a Francia y Bélgica por su clara importancia a la rendición de cuentas corporativa. Las autoridades judiciales de ambos países decidirán si investigan las denuncias más a fondo y presentan cargos penales.
En un caso no relacionado ocurrido en marzo de este año, un tribunal federal de Estados Unidos rechazó un intento de demandantes privados de responsabilizar a Apple, Google, Tesla, Dell y Microsoft por lo que los demandantes describieron como su dependencia del trabajo infantil en las minas de cobalto congoleñas.
Desde la década de 1990, las zonas mineras del este del Congo han sido devastadas por oleadas de combates entre grupos armados, algunos respaldados por la vecina Ruanda, y el ejército congoleño.
Muertos
La competencia por los minerales es una de las principales causas de los conflictos, ya que los grupos armados se sostienen y compran armas con las ganancias de las exportaciones, a menudo contrabandeadas a través de Ruanda, según expertos de la ONU y organizaciones de derechos humanos.
Entre los apéndices de la denuncia judicial del Congo en Francia había una declaración emitida por el Departamento de Estado de Estados Unidos en julio, expresando preocupación por el papel del comercio ilícito de minerales del Congo, incluido el tantalio, en la financiación del conflicto.
La declaración fue una respuesta a las solicitudes del sector privado para que el gobierno de Estados Unidos aclare los riesgos potenciales asociados con la fabricación de productos que utilizan minerales extraídos, transportados o exportados desde el este del Congo, Ruanda y Uganda.
Las quejas del Congo se centran en ITSCI, un programa de monitoreo y certificación financiado por la industria de metales diseñado para ayudar a las empresas a realizar la debida diligencia sobre los proveedores de minerales 3T exportados desde el Congo, Ruanda, Burundi y Uganda.
Los abogados del Congo sostienen que ITSCI ha sido desacreditada, incluso por la Iniciativa de Minerales Responsables (RMI), de la que Apple es miembro, y que, sin embargo, Apple utiliza a ITSCI como hoja de parra para presentar falsamente su cadena de suministro como limpia.
El RMI, cuyos miembros incluyen más de 500 empresas, anunció en 2022 que eliminaría a ITSCI de su lista de esquemas de trazabilidad aprobados.
En julio de este año, dijo que prolongaría la suspensión hasta al menos 2026, afirmando que ITSCI no había proporcionado observaciones de campo de sitios de alto riesgo ni explicado cómo estaba respondiendo a una escalada de violencia en la provincia de Kivu del Norte, que limita con Ruanda y es una zona minera clave de 3T.
La ITSCI criticó los propios procesos de la RMI y defendió su trabajo en el Congo como fiable.
También rechazó las acusaciones de un informe de 2022 del grupo activista Global Witness titulado “La lavandería de la ITSCI”, citado en la denuncia judicial del Congo en Francia, de que era cómplice del etiquetado falso de minerales de zonas de conflicto como procedentes de minas situadas en zonas pacíficas.
Apple mencionó a ITSCI cinco veces en su presentación de 2023 sobre minerales en conflicto. La presentación también hizo varias menciones a RMI, en las que Apple dijo que había seguido participando activamente y liderando, pero no mencionó el abandono de ITSCI por parte de RMI.
En su declaración de julio, el Departamento de Estado de EE. UU. dijo que las fallas en los esquemas de trazabilidad no han generado suficiente compromiso y atención para conducir a los cambios necesarios.
Robert Amsterdam, abogado del Congo radicado en Estados Unidos, dijo que las denuncias francesa y belga eran las primeras denuncias penales del Estado congoleño contra una importante empresa tecnológica, y las describió como sólo una “primera salva”.
Minería & Desarrollo | Reuters
