La directora ejecutiva para cobre de Rio Tinto, Katie Jackson, definió la estrategia que tiene la compañía para el desarrollo del metal clave para la transición energética.
“Vemos una demanda de cobre muy fuerte. A medida que el mundo continúa electrificándose, existen muchísimas aplicaciones para el cobre y una gran demanda. Y creo que esto se ve reforzado por tendencias como la inteligencia artificial, los centros de datos y nuevas fuentes de demanda aún mayor. Hay una necesidad de más cobre y estamos muy interesados en invertir más en Chile, Sudamérica y EEUU”, dijo al medio chileno Diario Financiero.
Jackson agregó que “somos un negocio muy global y lo que buscamos es una mayor exposición al cobre”. En un momento en que los mercados se derrumban y las principales mineras -incluida Rio Tinto- se desploman en las bolsas, la ejecutiva refrendó su confianza en el metal rojo.
En Argentina, Rio Tinto tiene inversiones en dos proyectos de cobre en San Juan. A través de su empresa de tecnología Nuton, posee participaciones en los proyectos Los Azules y Altar.
La entrevista completa en Diario Financiero:
-La guerra comercial, ¿cambia o no la estrategia de Rio Tinto en el cobre?
-Vemos tanto desafíos como oportunidades en el entorno actual.
Primero, claramente hay mucha volatilidad e incertidumbre en este momento, pero, fundamentalmente, vemos una sólida justificación para el crecimiento de la demanda de cobre y la puesta en marcha de nuevos proyectos de cobre. No es sencillo. Por lo tanto, vemos la necesidad de una mayor oferta. Y esa es una visión a largo plazo que, en mi opinión, supera la volatilidad actual.
Pero luego, en respuesta a su pregunta, hay dos cosas que estamos observando de cerca: sabemos que EEUU ha iniciado un proceso de la Sección 232 para analizar el cobre. Y lo estamos siguiendo muy de cerca. Y EEUU está buscando más fuentes de cobre nacional. Y creo que podemos desempeñar un papel en eso, dado que tenemos un negocio estadounidense muy sólido.
Y también estamos atentos a los aranceles, creo que como todos los demás. Somos una empresa muy global y estamos trabajando con nuestros clientes para adaptarnos al entorno. Y, por supuesto, los aranceles no cambian realmente los fundamentos de los mercados, que son que las reservas de cobre están donde están geológicamente ubicadas y la demanda suele estar en diferentes lugares.
-¿Cree que EEUU pondrá aranceles al cobre?
-Este no es un buen entorno para hacer predicciones. Como probablemente sepan, la realidad es que, actualmente EEUU importa alrededor del 50% del cobre que necesita. Pero EEUU reconoce cada vez más la necesidad de obtener más recursos propios de materiales clave, y la administración considera el cobre como uno de esos materiales muy importantes para apoyar la reindustrialización y la manufactura.
Y como tenemos Kennecott, una mina de 120 años de antigüedad y una de las dos únicas fundiciones de cobre de EEUU, y también Resolution, un yacimiento mineral sin explotar de muy alta calidad, creemos que podemos ser parte de la solución para generar más recursos nacionales de cobre.
También estamos considerando la tecnología. La vemos como otra oportunidad para aumentar la producción de yacimientos industriales abandonados, algo que estamos considerando implementar en EEUU, pero también en Sudamérica. Para ello, contamos con varias alianzas, cinco de las cuales se encuentran en la región.
– ¿Qué tan bajo puede caer el precio?
-Creo que intentar ver con bolas de cristal no es bueno para nadie. Creemos que los fundamentos de la demanda de cobre son sólidos y, sí, creemos que la industria se basa fundamentalmente en inversiones a largo plazo. Así que debemos mantener esa mentalidad.
-¿Y cómo están los fundamentos del mercado?
– Vemos un argumento muy sólido a favor del cobre. Si bien hay volatilidad a corto plazo, sería absurdo por mi parte ignorar que, obviamente, aumentar el suministro de cobre es una decisión de inversión de varias décadas. Son decisiones a muy largo plazo. Y creo que, al observar el mundo, vemos que, en general, los proyectos están tardando más. Y existen más desafíos para alcanzar esos nuevos volúmenes. Creo que el mundo necesitará más cobre y que es bastante difícil suministrarlo, por lo tanto, aún vemos un déficit de suministro. Para 2040, el mundo necesitará tres veces más cobre que hoy para uso final. Creo que la mayoría de los analistas ven una perspectiva alcista similar.
-¿Y si la guerra comercial desencadena una recesión?
– Hay factores que impulsan la demanda al alza o a la baja. Incluso antes de la reciente volatilidad, creo que toda la industria ha estado observando atentamente a China y lo que sucede en la construcción allá. Los niveles de inversión que varios países planean para adaptar su infraestructura a los estándares actuales son realmente drásticos.
Nuestra opinión es que esto se desarrollará y que la volatilidad actual probablemente se deba más al ritmo, que a la dirección fundamental del proceso.
-¿En qué centrarán las inversiones en Chile?
– Tenemos Escondida, donde seguiremos invirtiendo con nuestro socio BHP, y es un activo de clase mundial que esperamos que siga siendo productivo durante muchas décadas. Además, estamos muy interesados en desarrollar Nuevo Cobre con Codelco. Es una oportunidad realmente emocionante para descubrir nuevos recursos en Chile y también para contar con una alianza público-privada que aúne lo mejor de Codelco, con todo su conocimiento y experiencia operando aquí, y con nuestra capacidad de exploración. Y, de alguna manera, se convierte en un ejemplo de gran colaboración público-privada.
-¿Y fusiones y adquisiciones?
-Nunca descartamos nada, pero esa no es mi estrategia principal. Como muchas otras empresas, sí analizamos nuestras opciones, con una lógica industrial sólida, un buen encaje estratégico y la posibilidad de crear valor. Y, bueno, consideramos todas las alternativas.