El Centro de Investigación para la Prevención de la Contaminación Ambiental Minero Industrial -CIPCAMI- tomó en 2021 un total de 502 muestras en distintos puntos de monitoreo de la cuencas de los ríos Jáchal, San Juan y en Valle Fértil de una red de 121 puntos de monitoreo distribuidos en las zonas de influencia directa e indirecta de los proyectos Gualcamayo, Veladero, Lama, Casposo, lo mismo que en otras cuencas de Valle Fértil y Sarmiento.
De acuerdo a un informe oficial, el programa de monitoreo se efectúa sobre la calidad de aguas naturales superficiales y subterráneas y se desarrolla en su mayoría por encima de los 1.500 msnm.
Desde el Ministerio de Minería se informó que el protocolo de análisis toma en cuenta más de 20 parámetros, incluidos los niveles guía de calidad de agua de la Ley 24585 “y los de referencia en las líneas de base de los proyectos mineros, que toman en cuenta la geoquímica de los suelos que drenan los cuerpos de agua”.
“En su laboratorio el CIPCAMI determina 18 metales y 7 aniones cuyos niveles guía de calidad para cursos de agua naturales se encuentran indicados en la ley 24585 de la Actividad Minera- Impacto Ambiental”, precisó el informe.
“También se realizan monitoreos de suelo y de calidad de aire en las localidades Valle Fértil y Los Berros. Esto se lleva adelante con una frecuencia anual y con proyección para aumentar dicha frecuencia para obtener datos de forma estacional”.
Hoy CIPCAMI analiza no solo las muestras del Plan de Monitoreo de la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero, sino que también ofrece su servicio a privados que no cuentan con respaldo financiero para análisis en otros laboratorios. Además, se encuentra preparando las líneas de base de calidad de agua para proyectos mineros que pudieran instalarse a futuro en la provincia, tomando como referencia los niveles de cada sector antes de la presencia de nuevos emprendimientos.
El proyecto del CIPCAMI comenzó a tomar forma en 1996, gracias a un programa de cooperación técnica entre el Gobierno de San Juan y la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), y luego de los preparativos fue inaugurado en el 25 de junio del año 1999.
El objetivo fue que nuestra provincia fuese referencia en materia de monitoreo y prevención de la contaminación resultante del trabajo humano. Para ello, JICA capacitó al personal personalizadamente para el manejo del laboratorio tanto en Japón como en Argentina. En su momento fue uno de los laboratorios más complejos gracias a tecnología avanzada en análisis de agua, suelo y aire.
Minería & Desarollo con información del Ministerio de Minería