De lo que no se habla en la mina de carbón en Río Turbio. La historia que avergüenza a los argentinos.

La exportación de carbón es el único camino para que los argentinos dejen de poner plata. Para eso hay que trabajar y no sólo de lunes a viernes, los 365 días del año. 8 horas por día y no 6, como se trabaja el carbón subterráneo en todo el mundo, incluso en profundidades que triplican a la de la mina de Río Turbio.

Seguir pretendiendo que ATE sea el principal gremio de la mina es como que los maestros se hagan cargo de los pozos petroleros y los mineros de las aulas.

Descubierto en 1887 por el teniente de Navío Agustín del Castillo, el carbón de la Cuenca santacruceña no fue empleado sino hasta que, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial se complicara la generación eléctrica, el funcionamiento de ferrocarriles y la producción de acero en el país. En 1941 el Directorio de YPF creó YCF como División Carbón Mineral, que comenzó con los estudios de carbones nacionales y su posible explotación.

Luego fue Frondizi en 1958 quién creó YCRT, una empresa estatal que tras aquella necesidad inicial, nunca pudo convertirse en una verdadera empresa minera. Con una enorme riqueza mineral (700 millones de toneladas) de un carbón con alto poder calorífico, volátiles y bajo azufre combustible, que lo convierte en ideal para la generación eléctrica, nunca fue capaz de abastecer siquiera las demandas nacionales.

Se instaló un relato avieso que aún persiste: No importa cuánto se gasta, ya que quienes viven en Río Turbio, Julia Dufour o 28 de noviembre están haciendo Patria.

Es como que el tratado de Paz y Amistad firmado con Chile hace 40 años no ocurrió, y perduraran hipótesis de conflictos.

No encontramos datos que nos indiquen que los argentinos no tuvieran que subsidiar a YCF o YCRT. Eso activó una cultura de simulación en la Cuenca Carbonífera, a tal punto que hoy es lo mismo extraer, depurar, transportar y vender carbón que no hacerlo.

Luego de la muerte de 14 mineros durante la presidencia de Néstor Kirchner (cuyas responsabilidades de un accidente evitable no fueron establecidas por la justicia), éste anunció la creación de una usina térmica de dos módulos de generación de 120MW cada uno.

Logró que la tragedia pasara a un segundo plano, y comenzara el relato de generar electricidad para todos los argentinos.

La Usina de 240 MW fue licitada en el 2007 y debió estar operativa en el 2011. A pesar de que se invirtieron dineros públicos como para construir tres, luego de la megacorrupción denunciada por el exinterventor Omar Zeidan y la SIGEN, hoy la central está con graves fallas de funcionamiento. Cada vez que se anuncia su puesta en marcha, se silencia que a los pocos días deja de aportar energía al Sistema Interconectado Nacional.

Omitiendo el consejo técnico de no ponerla en marcha en octubre del 2015, rompieron por sobrecalentamientos partes esenciales de una caldera. Utilizaron la segunda como repuesto, y existen sospechas que el segundo módulo de generación está definitivamente malogrado.

Sin confiabilidad de funcionamiento, sin decir donde depositar 1.400 toneladas de cenizas por día, desde que lugar proveerse de 97.000 tn por año de calizas de calidad, callando sobre el costo operacional de generación del MWh (carbón, caliza, deposición de cenizas, salarios, arenas, amoníaco, mantenimientos), los argentinos están enterándose de otro fraude. Ocultado hasta ahora por un relato que elude y esconde responsabilidades, también penales.

El mundo parece haberle puesto fecha de vencimiento al carbón como fuente de generación eléctrica, paradójicamente el consumo mundial en el 2023 marcó un récord. El tiempo restante para que se prolongue una actividad posible debe desechar falsos relatos.

YCRT no puede responder a todos los argentinos cuantos mega watts hora produjeron en 2023, qué dinero les ingresó por esas ventas; y cuántos fueron los egresos por pagos de carbón, calizas, salarios, repuestos y mantenimiento.

Es un secreto a voces que YCRT no exporta nada, que en 2022 recibió $14.213 millones en subsidios, y que se ignora la producción de los últimos 3 años.

En la mina de carbón en Río Turbio parece ser que muchas cosas se dicen, se afirman, se compran o se venden, sin mucho cargo de conciencia para saber si faltan a la verdad.

Pero no se puede pretender que todos los argentinos sigamos pagando esa fiesta que muchos dirigentes siguen usufructuando con sueldos millonarios en 6 horas de trabajo. Porque así son la mayoría de los turnos de trabajo en Río Turbio. Total, paga el Estado, o sea nosotros.

 

Minería & Desarrollo

 

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