Oscar Coria, director del Departamento de Hidráulica, indicó que se están realizando actualizaciones del estado de las reservas. El proyecto minero Josemaría utilizará el equivalente de agua de siete perforaciones.
El agua es uno de los temas que más preocupa en la provincia. La falta de nieve en la cordillera y la poca afluencia de los ríos generaron una situación extrema de sequía y obligó en varios casos a productores y empresarios a recurrir a los acuíferos subterráneos para poder hacer uso de este recurso tan demandado.
En conversaciones con medios de comunicación, en un principio la empresa dijo que iba a consumir 350 L/s de agua, pero en el Informe de Impacto Ambiental precisaron que calculan el consumo en 515 L/s. Para Hidráulica eso equivale a 7 perforaciones.
Desde esa repartición confirmaron a Minería & Desarrollo que «el proyecto está en etapa de evaluación. Hasta que no se determine qué se va a hacer, no se puede determinar cómo se va a mitigar el impacto» indicó Oscar Coria, director del organismo.
Actualmente, el Estado recuperó varios pozos para poder hacer uso de los acuíferos subterráneos y teniendo en cuenta que la empresa encargada del proyecto minero también se valdrá de este recurso, surgió la pregunta sobre qué pasará a futuro con estas cuencas.
«En lo inmediato no hay peligro de que se sequen los acuíferos, eso no quita que hagamos los estudios necesarios para controlar» señaló el ingeniero. Hidráulica trabaja en conjunto con el INACRAS (Centro Regional de Aguas Subterráneas) para estudiar el acuífero del Valle de Tulúm y también se encuentra iniciando el estudio de los acuíferos del Valle de Iglesia, Jáchal y Calingasta para ver cómo podrían verse afectados ante el incremento de perforaciones.
Por otro lado, desde el organismo intentaron llevar tranquilidad a los productores de la zona donde se emplazará Josemaría, ya que realizarán controles de forma permanente, una vez que se ponga operativo. «Como hacemos con cualquier proyecto minero, una vez que está en vigencia, Hidráulica controla la cantidad de agua que se extrae y verifica que no sea contaminada. Eso es fundamentalmente lo que hacemos y para eso hay controles permanentes de los puntos de control que se establezcan para cada proyecto» sentenció Coria.