Cada vez son más las agrupaciones de productores que reclaman cortes de agua para la actividad minera de la misma manera que se aplican en el riego agrícola a raíz de la sequía.
El malestar se evidenció esta vez en las quejas que se hicieron sentir en el Departamento Hidráulica por la puesta en marcha de cortes no programados de agua en todo el Valle de Tulum, en una época en que los cultivos requieren con urgencia agua para ganar peso y calidad en sus frutos.
Desde distintos medios de comunicación de San Juan, en especial en redes sociales, se escuchan las quejas de los viñateros y chacareros porque, por ejemplo, se está procediendo a cortes de agua no acordados con las juntas de riego como indican las leyes vigentes.
La situación es muy complicada ya que los mismos productores no aceptan que viene cada vez menos agua y suponen que el Estado debe abastecerlos sí o sí con agua, sin importar de donde viene y cuestionan la demora en toma de decisiones para poner en marcha pozos de agua subterránea que aunque sea de particulares sumen caudales a los escuálidos canales de distribución.
Enfrentarse a la actividad minera parte de la frustración y el desconocimiento de cuáles son los consumos, con qué metodología y tecnología usan los emprendimientos mineros.
Sin embargo, ninguna empresa inició campañas de comunicación y esclarecimiento en este sentido y dejan librado a que el Estado ocupe un rol para que justifique sus consumos. Más de lo mismo de los últimos 20 años.
En el medio se están gestando reuniones y ya se escuchan entre los productores propuestas de cortes de ruta y de recursos de amparo en la justicia, para que el gobierno sea más justo en la distribución del agua.
Minería & Desarrollo