Los planteos que hace la provincia de La Rioja al proyecto minero Josemaría- y que en parte se podrían destrabar incluyéndolos como zona de influencia directa del proyecto de Cobre y Oro que se ubica en Iglesia, en San Juan-, irían mucho más allá de beneficiarlos como prioritarios a la hora de considerar sus proveedores y la contratación de mano de obra. Se quejan de promesas incumplidas por la empresa y por la falta de estudios que garantizarían el nulo impacto del desarrollo de la mina en el ecosistema del glaciar El Potro.
En este sentido se pudo conocer que no está claro el impacto ambiental del camino de acceso que utilizó en los últimos años la empresa en sus tareas de exploración ya que lo hizo como hasta hoy por suelo riojano y que se habría concretado con una escasa o nula tarea de investigación ambiental en la zona del Glaciar el Potro, que es la que rodea a esa traza, lo mismo que no existirían estudios respecto a que si la puesta en marcha de la mina alterará algún tipo de variable en la zona.
Toda esa zona junto a la reserva de la Laguna Brava, cerca del límite con San Juan, constituyen un circuito de uso intensivo del turismo aventura en donde la actividad minera convivió de forma pacífica con los trabajos de exploración de Josemaría, al amparo de promesas de trabajo y contratación de proveedores para las poblaciones de Guandacol y Vinchina, por ejemplo.
Esas diferencias por las promesas realizadas a esas comunidades y la falta de trabajos ambientales, pese a que el camino de acceso también es utilizado por empresas de turismo aventura, es la que desencadenaron en parte el pedido riojano para ser considerados en la cadena de valor que genere Josemaría.
Producto de una mala calibración comunicacional hoy la empresa viene dando respuestas muy genéricas a preguntas específicas que tienen la particularidad y la dimensión de convertirse en graves crisis como cuando se le remarca su doble discurso respecto al consumo de agua del proyecto,
Para destrabar este conflicto, es clave que se conozca lo que Josemaría dijo en este tiempo a los funcionarios de las comunidades riojanas por las que pasó: ¿hubo promesas de impactos económicos positivos en la zona?, se hicieron algún tipo de estudios ambientales en el camino de acceso y con ello se les dio participación a las autoridades provinciales de la vecina provincia?
Lo que Josemaría dice respecto al camino
El grupo Lundin reconoce que hasta hoy ingresa por suelo riojano al proyecto. En este sentido dijo a las autoridades provinciales en su informe de impacto ambiental que para acceder al proyecto, desde la capital de San Juan, se dirigen por la ruta nacional N°40 en dirección Norte; aproximadamente 150 km, hasta la rotonda con la RN N°150, próxima a la localidad de San José de Jáchal, continuando por la RN N° 40 para recorrer 102 km hasta la localidad de Guandacol, en la Provincia de La Rioja, por rutas asfaltadas.
De allí se accede a un camino de ripio consolidado, el cual atraviesa la subcuenca del Río de La Troya (tramo entre Guandacol y la boca de la quebrada de El Leoncito), posteriormente se continúa por la cuenca endorreica Barreal del Leoncito (tramo comprendido entre la boca de la quebrada del Leoncito y el Río Blanco), continuando por la subcuenca del Río Blanco (sector del camino entre el Río Blanco y el portezuelo de la cordillera del cajón de la Brea).
El desarrollo del proyecto considera el acondicionamiento y la construcción de un nuevo tramo de camino de ingreso denominado Acceso Sur, el cual funcionará como camino principal y preferente.
Ese camino prevé ir hasta hasta Rodeo, continuando hacia el norte por RP N° 430 lo que implicaría que se atraviese por Angualasto, Buena Esperanza, Malimán, La Chigua, El Chinguillo, hasta llegar al Proyecto, ingresando primero a campamento La Brea y posteriormente a campamento Batidero.
Minería & Desarrollo con información del Informe de Impacto Ambiental de Josemaría/ vecinos de Guandacol