Fuente Mining Press/Minería y Desarrollo
La Comisión Chile de Cobre (Cochilco) elaboró un estudio para monitorear el uso de agua en los distintos procesos de la minería del cobre, aumentar la disponibilidad y transparencia de información del sector en temas críticos y servir como base para el análisis de las discusiones públicas. El documento destaca que cada vez las minas consumen más agua de mar y menos de las cuencas hidrológicas.
Según ese informe, el consumo de agua es liderado por la región de Antofagasta, región que produce el 54% del cobre en Chile, seguido por la región de O´Higgins y luego Tarapacá y Atacama, que en total consumen el 78% de las aguas continentales.
Como resultado, al analizar los consumos del año 2019, el agua de origen continental alcanzó los 12,45 m3 /seg. Si comparamos con el año 2018, es posible observar que, en términos desagregados, las aguas continentales presentaron una disminución del 6,8%, las aguas de mar y las aguas recirculadas presentaron un aumento del 1,7% y del 15%, respectivamente.
En cuanto a la disminución de las fuentes continentales, se debe principalmente a una disminución en el consumo de las fuentes superficiales en un 16%, así como también, a la disminución en el procesamiento de minerales, tanto vía concentración e hidrometalurgia, al aumento en la recirculación y al uso de agua de mar.
Por su parte el consumo de agua de mar fue de 4,06 m3 /seg y el agua recirculada fue de 53,32 m3 /seg, lo que en total suma 69,83 m3 /seg de agua para la minería, incluyendo además las aguas continentales.
Cada vez menos consumo de agua subterránea
El ministro de Minería, Baldo Prokurica, destacó la reducción de un 6,8% del uso de agua dulce en la minería del país, según el último reporte de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) que recoge datos del año 2019.
De acuerdo con la información de Cochilco, el año pasado el agua de origen continental llegó a 12,45 metros cúbicos por segundo, esto es 6,8% menos que en 2018. Esta caída se explica, principalmente, por un descenso de 16% en el uso de fuentes superficiales.
Además, el reporte refleja que las faenas mineras están buscando otras fuentes de abastecimiento de agua, ya sea mediante la recirculación o el agua de mar. Así, la utilización de agua de mar subió un 1,7% y la recirculación del elemento aumentó un 15%.
“La minería es una de las industrias que está haciendo mayores esfuerzos por una mejor utilización de las aguas continentales y tenemos varios puntos que quedan en evidencia en este informe. Más del 70% de los proyectos de la minería chilena contempla la construcción de desaladoras o, eventualmente, el uso de agua de mar en sus procesos”, destacó el ministro de Minería, Baldo Prokurica.
El secretario de Estado también subrayó que entre 2010 y 2019 el uso de agua de mar vinculado a la producción minera del cobre tuvo un creció 43% como promedio anual. Lo que podría seguir aumentando, considerando que actualmente Cochilco registra en carpeta 14 proyectos de desaladoras.
“Se están haciendo esfuerzos muy importantes, no solo en lo económico, sino también en lo tecnológico para que exista un mejor uso del agua y se permita avanzar en terminar con este mito de que es la minería la que usa más el agua. La minería, de acuerdo con la información de la DGA, solo utiliza el 3% del agua y no me cabe ninguna duda de que es una de las industrias del país que mejor la utiliza”, añadió el ministro Prokurica.
En la misma línea, el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Marco Riveros, explicó que estos resultados señalan que “las empresas mineras han estado desarrollando diversas iniciativas para un uso más eficiente del agua, por lo cual se observa una evolución positiva de estos indicadores de gestión hídrica, especialmente en la recirculación del agua, cuyo indicador ha aumentado en los últimos años, y en cuanto al uso de las aguas continentales”.
El consumo de agua en la minería del Cobre toma singular importancia a la hora de la evaluación y del impacto que tengan los proyectos de Cobre en Argentina, teniendo en cuenta el consumo intensivo que tiene para los distintos procesos y porque por ejemplo, en San Juan, se vive como en Chile una histórica sequía desde los últimos 15 años.