El paquete de medidas con el que el gobierno nacional intenta frenar la situación cambiaria (en especial el valor del dólar en sus diferentes colores, legalidades y modalidades) impacta de lleno en todas las actividades económicas, entre ellas la minería.
Pero dentro de este grupo a quienes más traba es a quienes están diseñando un modelo de negocios para nuevos proyectos que van a requerir tomar deuda en el exterior o, en especial, a aquellos que estando en operación, requieren de insumos que no existen en el país para los repuestos de máquinas que necesita una operación.
Por eso es que las medidas adoptadas por el Banco Central -para trabar aún mas el circuito de las empresas que requieren dólares para importar-, si bien apuntan a evitar la especulación de quienes adelantaban importaciones para aprovechar un dólar mayorista en unos más que tentadores $77,52, trae como consecuencia que es cada vez más difícil mantener el flujo de fondos, bienes y servicios en una operación minera.
Nuevas complicaciones
Por eso fue que en las áreas de Finanzas se agarraban de la cabeza con las nuevas disposiciones: desde ahora, quienes compren repuestos, máquinas, etc. en el exterior deberán contar con la aprobación previa de la Aduana a través del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Pero además el Banco Central informó que obligará a informar importaciones superiores a u$s50 mil cuando antes había que hacerlo recién a partir de los u$s500 mil dólares.
Ante este escenario, ya hay empresas que requieren insumos internacionales que están teniendo problemas para producir.
Es casi un hecho también que en breve se agregará un nuevo conflicto en un intento de frenar la sangría de dólares: las viejas mesas de homologación de importaciones donde empresas deberán adquirir además del visto de la Aduana y de la AFIP, el ok de los proveedores locales antes de importar un tornillo.
Miguel Martín/Minería y Desarrollo
