Cuatro empresarios que residen en Buenos Aires fundaron Salado Mineral SAS y la inscribieron en el Registro Público de Comercio de San Juan para desarrollar actividades mineras.
Según consta en el edicto publicado en el Boletín Oficial, Zhijun Zhu, de nacionalidad argentina y los de nacionalidad china Bao Hui Lin, Fuqin Zhang y Mingshaui Zhu conformaron la sociedad.
La SAS tiene por objeto dedicarse, entre otras actividades a la producción, intercambio, fabricación, transformación, adaptación, comercialización, intermediación, representación, importación y exportación de bienes materiales relacionados a la metalúrgica sea industrial o no y a la prestación de servicios, relacionados directa o indirectamente a la exploración minera, estudios para certificaciones, ensayos, laboratorio, acopio, perforaciones, extracción, explotación, pruebas, muestreo, diseños de procesos de minería, construcción de ingeniería, instalación de infraestructuras y producción de energía, consultoría y servicios mineros, descubrimiento de minerales de primera, segunda y tercera categoría, por nombrar algunas.
En el documento señalan además que, para la ejecución de las actividades, la sociedad puede realizar inversiones y aportes de capitales a personas humanas y/o jurídicas, actuar como fiduciario y celebrar contratos de contratación, entre otras operaciones financieras.
Los empresarios fijaron como domicilio de la sede social en calle Tucumán 51 sur, 1° piso, departamento Capital, San Juan. Bao Hui Lin fue designado administrador titular mientras que Zhijun Zhu es el administrador suplente.
Varios puntos sorprendieron de la creación de la empresa china en San Juan, por ejemplo que la constitución la hagan a través de una sociedad de acción simplificada (SAS) lo que le da poca claridad al respaldo empresario; el ofrecimiento de servicios que va desde la gestión de permisos en San Juan, cuando se trata de un tema específico que requiere la mayoría de las veces de la actuación de profesionales locales, hasta los trabajos metalúrgicos que aseguran desarrollar, lo mismo que a la importación de repuestos, etcétera.
De todas formas, es claro que las disposiciones que impulsa el gobierno de San Juan sobre proveedores mineros y lo que establece el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) deja fuera de toda la cadena de valor y con cero posibilidades de contratos a inversionistas extranjeros si los contratantes son empresas que buscan el apoyo de esa plataforma de inversiones.