Conocido como San Jorge, el proyecto cuprífero que recientemente cambió de nombre está a la espera de la aprobación de su Informe de Impacto Ambiental que le permita avanzar hacia la construcción.
PSJ Cobre Mendocino prevé una inversión inicial de 559 millones de dólares y es impulsado por una nueva conformación societaria, integrada por la firma suiza Zonda Metals GmBH y el Grupo Alberdi, de Argentina, con experiencia en la exploración del proyecto Cerro Amarillo, en Malargüe.
El proyecto tiene una proyección de producción de 40.000 toneladas de cobre fino por año durante un período inicial de 16 años, con posibilidad de extenderse hasta 27 años dependiendo de futuras exploraciones.
Con estos niveles de inversión y producción, se ha convertido en el primer emprendimiento minero de la provincia en tramitar su ingreso al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), lo que podría otorgarle beneficios fiscales y aduaneros para su ejecución.
Según detalla el sitio Panorama Minero, de los 559 millones de dólares de inversión, 461 millones estarán destinados a la construcción y 81 millones a la operación. Durante la fase de construcción, que se estima en un período de 18 a 24 meses, se generarán 3.900 puestos de trabajo. Una vez en operación, el proyecto demandará 2.400 empleos, de los cuales 800 serán directos y 1.600 indirectos.
El yacimiento se ubica en Uspallata, dentro de la Estancia Yalguaraz y abarca 9.984 hectáreas. La extracción se realizará a cielo abierto, procesando el mineral mediante trituración, molienda, flotación, espesamiento y filtrado para obtener un concentrado seco con un 25% de cobre.
Se prevé una capacidad de procesamiento de 10 millones de toneladas anuales, con un máximo de producción de 241.000 toneladas de concentrado de cobre al año.
Las pruebas de laboratorio han demostrado una recuperación del 90% para el cobre y del 74% para el oro en el depósito primario, lo que garantiza un proceso eficiente y competitivo, según detallaron desde la empresa.
La obtención de la DIA es el primer paso para la puesta en marcha del proyecto. En Mendoza, este proceso está a cargo de la Dirección de Protección Ambiental y la Dirección de Minería, e implica la evaluación del Informe de Impacto Ambiental (EIA) por parte de organismos especializados y sectores interesados.
M&D con información de Mendoza Post.