En Perú creen que pierden competitividad y que Argentina se posiciona como líder en cobre

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Un informe publicado por el medio peruano El Comercio analiza los cambios en las políticas económicas en Argentina, su posicionamiento como potencial competidor en la industria minera y el interés en el desarrollo del cobre, perdiendo Perú y Chile algunas ventajas que los llevaron a ser líderes en la producción cuprífera mundial.

El informe:

En el horizonte de producción minera ha resurgido un jugador en América del Sur: Argentina, país que viene captando inversiones para futuros proyectos impulsados por la regulación. Esto puede convertirla en un competidor de atractivo minero frente a Chile y Perú.

¿Futuro boom argentino?

Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (Caem), explica que hay seis proyectos mineros que representan una inversión acumulada por US$25.000 millones y que pueden posicionar a Argentina como un jugador relevante en el mercado.

Estos son El Pachón (a cargo de Glencore), Josemaría (de BHP y Lundin Mining) y Los Azules (de McEwen, Stellantis y Río Tinto). Estos tres se ubican en la provincia de San Juan.

Además, están los proyectos Taca Taca (de First Quantum) en Salta, San Jorge (de Zonda Metals) en Mendoza y Agua Rica (de Glencore) en Catamarca.

“Esos seis proyectos, a su máxima capacidad, podrían producir 1,2 millones de toneladas anuales. Nos enfrentamos a una situación donde el gobierno actual claramente ha visto a la minería como una oportunidad importante para hacerse de divisas y ayudar a la estabilidad de la economía”, sostuvo Cacciola.

Asimismo, hacia el largo plazo, estimó el experto, esta producción puede elevar las exportaciones mineras argentinas a un rango de US$11.000 millones o US$12.000 millones. Si se incluyen otros recursos como el litio, la cifra para el final de la década podría llegar a estar entre los US$18.000 millones y US$20.000 millones.

En el 2024, de acuerdo con Reuters, las exportaciones mineras argentinas registraron los US$4.300 millones.

¿Qué vuelve atractivo a Argentina para los inversionistas mineros?

De acuerdo con Cacciola, estos proyectos mineros importantes llevan varias décadas de haber sido descubiertos. Su avance anteriormente se vio afectado por la inestabilidad macroeconómica del país, agregó.

A su vez, Miguel Leiva, líder del equipo Equity Research Perú de Credicorp Capital, explicó que en el presente gobierno argentino ha ejecutado una liberalización de la economía a través de la promoción para las inversiones mineras y reducciones burocráticas con incentivos y desregulación. Pero esto no solo se ha visto en el sector minero.

Este impulso tiene en cuenta el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (Rigi), que entró en vigencia en octubre. Con ello, indicó Cacciola, se permite la libre disposición de un porcentaje de divisas, el cual aumenta de forma gradual; también se grava la renta minera y no su producción; y se reduce la tasa del impuesto a las ganancias de 35% a 25%, entre otros aspectos.

Y es que, para Carlos Gálvez, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, el presidente de Argentina, Javier Milei, viene generando las condiciones y convocando a la inversión para desarrollar el potencial minero “en la mayor velocidad posible”.

“Ciertamente los inversionistas han tomado nota. En lugar de ir a países que ponen dificultades, van a un país como Argentina, que les pone alfombra roja para hacer inversiones de beneficio mutuo, tanto para el país como para la empresa”, comentó.

A ello hay que añadir que la explotación de recursos mineros en Argentina puede ser menos costosa para las empresas, dado que no tienen que hacer un trabajo de profundización en los yacimientos, apuntó Cacciola.

“Al tener todos los proyectos de cobre, no sé si tanto en la superficie, pero vas a tener el mineral rico cerca y tus costos van a ser menores en términos reales”, dijo el presidente de la Caem.

¿Qué ocurre en el Perú? Como indicó Leiva, hay mayores cargas a la minería. Esto se debe a que, además del impuesto a la renta, también existe un impuesto extraordinario.

Asimismo, según Gálvez, existen alrededor de 265 permisos que necesita un proyecto minero hasta llegar a su puesta en marcha. Por ello, criticó que esta cantidad de trámites puede hacer que los proyectos demoren una década o dos en avanzar hasta su inicio de operaciones.

“El gobierno debería ver cómo reducir al máximo posible los temas burocráticos. Hay por donde trabajar en cuanto a trabas burocráticas. Tenemos una gran oportunidad en ese frente”, consideró Leiva.

¿Perú puede perder competitividad minera ante un nuevo jugador?

Leiva sostuvo que, de acuerdo con el ranking que elabora el Instituto Fraser sobre atractivo de inversión minera, el Perú quedó relegado del percentil 32 en 2019 al puesto 69 en el 2023.

En esa línea, Gálvez señaló que esta situación de menor competitividad para el Perú puede llevar a que las empresas mineras terminen priorizando proyectos que tienen en otros países.

“El retorno de una inversión tiene como componente fundamental el tiempo. No es lo mismo recuperar la inversión dentro de un año que dentro de 10, 20, 30 o 50 años”, comentó.

Y es que en el actual contexto de altos precios del cobre, el experto de Credicorp Capital apuntó que nuestro país debe consolidar su posición favorable respecto a recursos mineros, mano de obra calificada y logística complementaria.

“Tenemos mucho potencial como país, pero al final son decisiones de largo plazo [que toman las empresas]. También se debe tener estabilidad jurídica, que no estemos viendo diferentes propuestas de partidos políticos. Ya se acercan las elecciones de 2026, es importante ver la estabilidad en el marco jurídico y tributario, porque son inversiones que se recuperan a lo largo de muchos años”, acotó.

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