El intendente de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, ya lo tiene decidido y en treinta días o un poco más presentará un proyecto de ley en la Legislatura para que en su departamento se permita desarrollar la minería metalífera.
El mecanismo que planteará el departamento sureño para reabrir el debate, prácticamente clausurado en Mendoza desde hace ocho meses cuando fracasó estrepitosamente el intento de Rodolfo Suárez para modificar la Ley 7722, será precisamente pedir una excepción a esta norma.
El borrador de proyecto de Ley que comenzó a circular entre algunos senadores provinciales y que además fue entregado a varios empresarios que están dispuestos a respaldarlo en público y que ya han comenzado a tratarlo en privado, consta de 14 artículos y, además de la excepción propone la creación de un Fondo de Compensación para que un porcentaje de las regalías mineras sea destinado a obras hídricas en el departamento y en el resto de la provincia.
Además, el proyecto plantea la creación de una Comisión Bicameral de Contralor Ambiental que será, desde la Legislatura, la responsable de elaborar un informe anual acerca del estado ambiental del departamento; se asume el compromiso de contratar consultoras internacionales a modo de auditoría y el municipio plantea la alternativa de generar, sesenta días después de sancionada la norma, un mecanismo de acceso remoto a la información “simple y ágil” en el marco de la legislación nacional que ya existe al respecto.
La autoridad de aplicación de la ley será la secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la provincia y, como se evita la aplicación de la 7722, la autorización de los proyectos no deberá pasar el filtro de la Legislatura. Uno de los aspectos centrales que se intentó modificar sin éxito en aquella arremetida de Suárez de principios de gestión.
El intendente de Malargüe apelará al cumplimiento del artículo 5 de la Constitución Nacional que hace referencia a las autonomías municipales. Pero en el fondo el tema es otro: Malargüe enfrenta una situación muy delicada desde lo económico, agravada ya no solo por la situación de la pandemia del coronavirus, sino también por las sombras que aparecieron sobre Portezuelo del Viento, la mega obra que apunta a generar miles de puestos de trabajo en el Sur y que desde hace un par de meses entró en duda.
Desde hace años, el único ingreso importante del departamento está basado en las regalías petrolíferas que, en 2020, han caído para la comuna en niveles del 70%. Hasta aquí, Malargüe no logró diversificar su economía y de una población económicamente activa de alrededor de 16.000 personas, unas 6.000 tienen problemas de empleo La mitad de ellos están precarizados y la otra mitad directamente son desocupados.
MDZ/ Minería y Desarrollo.