Los asesores del presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, recomiendan que renuncie a las revisiones ambientales para proyectos minerales críticos financiados con fondos federales para impulsar la producción nacional de materiales utilizados en vehículos eléctricos, productos electrónicos y armas, según un documento visto por Reuters.
La implementación reflejaría un cambio importante en la forma en que Washington revisa las minas propuestas en tierras federales y apunta a asegurar que los proyectos que reciben préstamos, subvenciones u otro apoyo gubernamental puedan ayudar a Estados Unidos a reducir su dependencia de China, el mayor minero y procesador de litio, cobalto y otros minerales críticos del mundo.
Los asesores, a quienes el equipo de transición de Trump encargó desarrollar ideas políticas en torno a las cadenas de suministro de vehículos eléctricos, instaron a Trump a que suspenda los requisitos de la Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA, por sus siglas en inglés) para acelerar los permisos y las revisiones de construcción para la producción de minerales críticos, baterías e imanes, según el documento. La NEPA se aplica a proyectos en tierras federales.
Está previsto que Trump asuma el cargo el 20 de enero.
Jason Miller , un importante asesor para la transición, dijo que Trump no ha indicado su postura sobre el tema y señaló que las recomendaciones provienen de «personas externas que no tienen ningún papel en el diseño de la política de la administración».
Trump prometió en varias ocasiones durante la campaña electoral que reduciría lo que considera una burocracia excesiva. La semana pasada, dijo que agilizaría la tramitación de permisos para cualquier empresa que invierta más de mil millones de dólares en Estados Unidos. La mayoría de las minas propuestas en el país cuestan más que eso.
Los proyectos de minerales críticos propuestos en Estados Unidos por Antofagasta, Rio Tinto, BHP, Perpetua Resources y otros han estado bajo revisión regulatoria durante más de una década.
Si Trump adopta las recomendaciones, podría acelerar miles de millones de dólares en proyectos respaldados por el gobierno federal , incluidas minas de litio e instalaciones de procesamiento. Esto podría ayudar a nivelar el campo de juego con su rival China, que ha dominado los mercados globales con suministros de metales baratos y bloqueado las exportaciones de algunos materiales a Estados Unidos.
Las compañías mineras no pagan regalías a Washington cuando extraen metales de tierras federales, una peculiaridad de la ley federal que se deriva de la Ley General de Minería de 1872. Las compañías petroleras, por el contrario, pagan regalías cuando operan en tierras federales.
Trump apoyó ampliamente la minería durante su primer mandato y aprobó minas de Lithium Americas y otros, pero tomó medidas para bloquear un importante proyecto minero en Alaska de Northern Dynasty Minerals.
Algo similar está planificando el gobierno de San Juan que quiere introducir cambios en las evaluaciones ambientales para hacer más ágil y eficiente el proceso que permita a los proyectos mineros avanzar hacia las etapas de construcción y producción.
