Compleja situación se vive por estas horas en la Secretaria de Minería de la Nación tras fracasar el tratamiento de la llamada “Ley Ómnibus”, pero sobre todo por la andanada de insultos que les dispensó anoche el presidente Javier Milei a algunos gobernadores y legisladores nacionales a los que en redes sociales calificó de “traidores” y de “enemigos de una mejor Argentina” entre los que identificó con nombre y apellido al salteño Gustavo Sáenz, principal sostén político de Royón en el gobierno libertario.
Todo hace suponer que aquellos funcionarios nacionales nombrados por Milei por acuerdos con sectores provinciales, como Flavia Royon, están a tiro de ser despedidos por «la alta traición que nos propinaron varios gobernadores para hacer caer la ley en Diputados que para nosotros significa la transformación de la Argentina», según expresó un asesor político del gobierno. Es que todos los mandatarios de la Mesa del Llitio (Salta, Jujuy y Catamarca) votaron en contra a través de sus legisladores.
Al margen de la impericia de los representantes libertarios en el Congreso -que insistió con el tratamiento de una norma sin tener los votos o de negarse a discutir temas indispensables para las provincias- el tuit de Milei destrozó todos los “puentes” que el jefe de Gabinete Nicolás Posse, y el ministro del Interior Guillermo Francos tendieron para que la massista Flavia Royón siga ocupando un lugar en el Ministerio de Economía que conduce Luis “Toto” Caputo.
La salteña aún no borra de sus redes sociales el apoyo a Sergio Massa durante la campaña electoral pasada -4 meses atrás- y los mensajes que buscaban denostar a quien sería electo presidente y hoy es su conductor en la administración pública.
Al margen del pase de facturas y el análisis de los costos políticos que parecería que Flavia Royón no podría justificar -con el rechazo unificado que todos los legisladores salteños le dieron a la ley que buscaba el presidente-, lo que preocupaba al mundo empresario minero era que la titular de Minería se quedaba con poco margen de acción para articular con sus pares del Banco Central de la República Argentina (BCRA), la AFIP y el ministerio de Economía los apoyos necesarios para cualquier proyecto minero.
En especial con un presidente que no se toma ningún tiempo para pensar y mira muchas veces la política con el cristal kirchnerista de “amigos o traidores”. Incluyendo a sus propios colaboradores que leyeron esos tuits y de seguro no piensan tomar ninguna acción para favorecer a las provincias que torpedearon la principal ley que impulsa el presidente Milei.
Y para que quede claro el rechazo del gobierno con las posiciones de los representantes de algunos gobernadores, conviene recordar las declaraciones del presidente de bloque oficialista en la Cámara de Diputados, Oscar Zago, quien trató de extorsionadores a los gobernadores de Salta, Santa Fe y Córdoba.
El voto de los salteños
Según precisa hoy Página 12, en el caso de Salta, el bloque «colaborador» del gobierno nacional era Innovación Federal, del riñón del gobernador Gustavo Sáenz. Antes de la votación en general del viernes último, ya se había negociado que la delegación de facultades legislativas al Presidente fuera sólo de un año y no dos años como quería el Gobierno.
Este martes llegó el debate en particular, en cuyo marco se redujo más este artículo, del que se recortaron tres incisos («h», «i» y «j») que referían a facultades en materia de control de los fondos fiduciarios, seguridad y energía. De esta manera, el Gobierno nacional sólo logró la aprobación de facultades delegadas en materia económica, financiera y administrativa. Estos cambios iniciaron la caída de la votación en particular, que se vio frenada de manera definitiva cuando llegó el turno de debatir el artículo de las privatizaciones.
La jugada de los salteños descolocó al presidente y a todo su equipo de gobierno que podría descargarse políticamente con la única representante de Sergio Massa que sigue en el gobierno por gestiones del jefe de Gabinete y del ministro del Interior, en especial porque el paso de Royón por la Secretaría de Energía hasta el 10 de diciembre ya fue denostada por las actuales autoridades de esa área.
El paso de Royón por Energía
Parece que fue hace 4 meses, pero en realidad fue a comienzos de enero. No hubo contemplaciones, ni indirectas. El actual secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, se encargó de denostar y fustigar el paso de Flavia Royón por el área que ocupó la actual secretaría de Minería de la Nación hasta el 10 de diciembre.
Habló de gestión ineficiente, de la necesidad de decretar la emergencia en el área apenas asumió, de un endeudamiento millonario, de fallas en la segmentación de tarifas y de anticipar que la Argentina necesitará importar gas pese a la famosa campaña que el Massismo llevó adelante en el último año y medio de gestión.
Fueron tan fuertes los cuestionamientos a la gestión de Flavia Royón por el desmanejo de la secretaría de Energía, que ocuparon los titulares y los comentarios de casi todos los diarios porteños, aún de los cercanos al anterior gobierno, que buscan con nuevos ángulos en las coberturas no quedar tan cercanos a la gestión pasada.
Durante la audiencia pública por tarifas, Chirillo se mostró muy crítico de cómo se otorgan los subsidios energéticos teniendo en cuenta que la estrategia fue implementada por su antecesora, Flavia Royón, con quien hoy comparte equipo en el Ministerio de Economía, aunque ahora como secretaria de Minería de la Nación.