En la presentación de la actualización del Estudio de Prefactibilidad, la compañía canadiense empezó a dar detalles de cómo está diseñando la mina. Así, Minería & Desarrollo pudo conocer cómo piensa desarrollar este proyecto binacional, cuál será la inversión, qué producirá, cuál será el consumo de agua, cuántos años de vida útil estima y por dónde piensa exportar la producción, entre otros pormenores.
Lundin se propone aprovechar el Tratado de Integración y Complementación Minera entre Argentina y Chile, vigente desde 1997, para poder desarrollar su proyecto binacional. Este acuerdo es el que posibilitó el andamiaje legal, ambiental y económico para Pascua Lama de Barrick Gold.
El proyecto posee actualmente ocho permisos de exploración en Argentina, mientras que en Chile tiene 12 concesiones y está en proceso de obtener cuatro más. En el país trasandino, también son propietarios de tres concesiones mineras de explotación (mensuras) y un acuerdo de opción unilateral e irrevocable para comprar 17 concesiones de explotación adicionales.
Según el estudio al que accedió Minería & Desarrollo y que fue elaborado por la consultora ambiental Ausenco (la misma que trabajó en el Informe de Impacto Ambiental de Josemaría) , se prevé una inversión de 1800 millones de dólares, considerada como costo de capital previo a la producción, que se amortizaría en 3 o 4 años.
El estudio estima que la vida útil de la mina será de 13 años (incluido el desbroce previo) con una producción anual promedio de 66.000 toneladas de cobre, 168.000 onzas de oro y 9,3 millones de onzas de plata. Se espera procesar un total de 260 Mt de mineral durante la vida útil de la mina.
Otro de los detalles que se conoció es que planean triturar el material y luego procesarlo en una plataforma de lixiviación en pilas on/off, donde el cobre se lixiviará en ácido sulfúrico y luego se recuperará de la solución de lixiviación mediante extracción por solvente y electroobtención para producir cátodos de cobre de grado London Metal Exchange (LME).
Se trata del mismo proceso que por ejemplo presentó McEwen Copper en su proyecto Los Azules en Calingasta y difiere al que la propio Lundin diseñó para Josemaría en donde prevé concentrado de cobre como producto final.
Además, se reveló que el material se apilará en una plataforma de lixiviación en pilas permanente donde se lixiviará el oro y la plata en una solución de cianuro y que luego se fundirán para producir doré.
Otro tema fundamental tiene que ver con el consumo de agua. El documento indica que el agua se suministrará de acuíferos locales en Argentina, ubicados cerca del sitio de la planta propuesta. El requerimiento de agua de reposición se estima en 75 L/s con base en una tasa de alimentación nominal de 60,000 t/d.
En ese sentido, lo que no se dimensionó en el Tratado binacional es el valor de los consumos de agua de los proyectos a ambos lados de la frontera, por lo que no se estipula ningún tipo de compensación o valoración en este sentido.
Los primeros estudios a los que accedió Mineria & Desarrollo permitirían suponer que la viabilidad del proyecto podría atarse a que Filo del Sol y la propiedad Tamberías (del lado chileno) extraiga agua de una planta desalinizadora del lado chileno, lo que incrementaría los costos del proyecto, pero le garantizaría la licencia social en ambos países. De no hacerlo, se reducirían los costos económicos sensiblemente para Lundin.
Aquí conviene recordar que, en San Juan, a esos 75 L/s estimados para Filo hay que sumarle los 1500 L/s para Josemaría, los 110 L/s que tiene aprobados Veladero y los 360 L/s que requeriría Pascua Lama. Esa sumatoria permitirá dimensionar el impacto en toda la cuenca del Río Jáchal.
Minería & Desarrollo