¿Adiós al Litio? China busca reemplazar esas baterías por las de sodio.

El New York Times publicó un artículo sobre la investigación que China está llevando a cabo con las baterías de sodio. Un avance que amenaza el futuro del litio y sus países proveedores como Argentina, Chile y Bolivia.

La gigante china, fabricante mundial de baterías para automóviles eléctricos, CATL, afirma que descubrió la forma de usar células de sodio y células de litio en el paquete de baterías de un solo automóvil eléctrico.

De acuerdo a la publicación The New York Times, CATL cree estar preparada para la producción en masa de estos paquetes de baterías mixtas. “Estamos listos para industrializarlo», precisó Huang Qisen, vicedecano del instituto de investigación de CATL.

En detalle, las baterías de sodio conservan casi toda su carga aún cuando son congeladas, mientras que las de litio no. Aunque tienen defectos, uno de ellos, es que las baterías de sodio necesitan ser más grandes que las de litio para contener la misma cantidad de carga. Un problema para los automóviles eléctricos, mas no para el almacenamientos de redes eléctricas.

Para Chile, los pronósticos del litio son, al menos, preocupantes. El director de BHP, la minera más grande del mundo, Mike Henry, proyectó que el sodio “recortará el pico de la demanda de litio (…) estoy seguro de que comenzaremos a ver que el sodio reemplaza el litio para ciertas aplicaciones».

Este escenario expone aún más la tardanza de la Política Nacional del Litio en Chile. A nivel mundial, ya se anteponen al reemplazo del mineral blanco.

Escases del Litio

El miedo a la escasez del litio y la subida de su precio ha empujado a la creación de una alternativa, que empezará a fabricarse con el objetivo de suplir la demanda de coches eléctricos.

La demanda de litio se triplicará en los próximos años, alcanzando los 1,12 millones de toneladas en el año 2025, según los análisis preliminares del mercado.

Aunque durante años se ha intentado desarrollar una alternativa fiable y económica el litio, no ha sido hasta recientemente que se ha podido ofrecer otro tipo de batería que fuera fiable, duradera y suficientemente barata de producir a gran escala.

Las baterías de ion-sodio, según su fabricante, contemplan recargas de hasta el 80% de su capacidad en apenas 15 minutos y prometen una alta densidad de energía y una buena estabilidad térmica en multitud de escenarios. Esto último es especialmente importante y una ventaja con respecto al litio, que pierde rendimiento cuando hace mucho calor o mucho frío.

La primera generación de baterías de sodio tendrá una capacidad de 160Wh/kg y están pensadas para coches. Están lejos de las actuales medias de densidad que alcanza el litio, de entre 200 y 250 Wh/kg, pero CATL asegura que podrán mejorar su capacidad en futuros modelos. La segunda generación ya está siendo desarrollada con los 200 Wh/kg como objetivo.

Otro de los puntos fuertes del sodio es su funcionamiento similar al litio. Las baterías construidas con ambos elementos funcionan mediante el desplazamiento de iones entre cátodos y ánodos. Por desgracia, el sodio tiene partículas de mayor tamaño que requieren una mayor estabilidad estructural y cinética en sus componentes.

Este último punto hace que su uso en dispositivos de menor tamaño, como móviles, tablets, cámaras o videoconsolas, aún esté lejos.

La primera hornada de baterías de sodio producida a gran escala se espera para el año 2023 y China es el país que más está apostando por su despliegue.

Minería & Desarrollo / Agencias

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