Por Horacio Puigdomenech – Grupo Sarmiento
En una presentación realizada en la Conferencia Internacional de Geología Minera en 2014 (1), Sykes y Trench llaman la atención sobre algunos factores que influyen en el desarrollo de los proyectos mineros desde la exploración hasta la puesta en producción (2).
Estos conceptos tienen total vigencia hoy ante los desafíos que presenta la transición energética. Nuestro país tiene la posibilidad, y se supone, también la intención, de desarrollar los proyectos mineros metalíferos en la medida que se puedan adecuar las condiciones macroeconómicas además de adaptarse al esquema global sobre los aspectos sociales, ambientales y de gobernanza conocidas como ESG.
En los sondeos de opinión a los directivos de empresas mineras en todo el mundo, este factor ESG figura como una de las preocupaciones principales.
Un país con potencial geológico no se convierte indefectiblemente en un país minero, tener yacimientos de clase mundial no significa tener minas (negocios) de clase mundial.
El desarrollo minero no se da por inercia sino por la toma de decisiones basadas en un completo entendimiento sistémico sobre la interacción de factores técnicos y no técnicos locales y globales
Los proyectos de cobre, especialmente los de San Juan todos de clase mundial, operados por empresas mineras importantes se hallan en estados de desarrollo avanzados, pero sin concretar su puesta en marcha tal como lo hemos señalado en artículos anteriores. Opinión: ¿Por qué de un lado sí y del otro no? (3)
Un proyecto minero de “clase mundial” es aquel que combina tamaño, periodo prolongado de operación y alta calidad, estos atributos conforman su viabilidad económica.
La minería es esencialmente un negocio, como tal, la evaluación económica de los riesgos y valores de los diversos factores técnicos y no técnicos locales y globales es crítica para poder encontrar los caminos de concreción de los proyectos y que, como lo venimos diciendo incansablemente desde el Grupo Sarmiento, dejemos de hablar de potencialidades para y poder hacerlo también de inversiones y producciones.
Comprender el riesgo y el valor de los factores técnicos y no técnicos es un elemento crucial para todos los actores de la minería, desde los geólogos de exploración hasta los funcionarios públicos de las agencias involucradas y por estas razones se requieren capacidades de pensamiento crítico, sentido común, intuición, conocimiento y experiencia.
El sector de la exploración necesita ser promocionado desde el estado, ya que es el disparador de todas las etapas posteriores, la geología es la base científica que sostiene el avance del conocimiento de los procesos que forman los yacimientos, pero además la geología de exploración debe saber diferenciar entre meras ocurrencias de mineralización y evidencias de un depósito económicamente importante.
El factor para tener muy en claro es que tamaño y leyes son críticos para la economía de un yacimiento mientras que estudiar el tipo de depósito, su mineralogía y su génesis son aspectos que contribuyen desde la ciencia a seguir avanzando en el entendimiento de los procesos geológicos tanto regionales como locales.
La geología de exploración es justamente la capacidad de evaluar cuándo un proyecto es un activo económico y cuándo sólo es una manifestación de un proceso natural de cuestionable importancia como negocio.
El crecimiento económico sostenible y la transición energética resultan intensivos en el uso de metales definidos como críticos, el futuro obliga a asegurar el suministro continuado de los productos derivados de estos sin los cuales será imposible cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sustentable impulsados tras el Acuerdo de París. ¿Seremos capaces de no dejar pasar esta nueva oportunidad?
(1) 9th International Mining Geology Conference
(2) Resources versus Reserves – Towards a Systems-based Understanding of Exploration and Mine Project Development and the Role of the Mining Geologist – Conference Paper · August 2014).
(3) https://mineriaydesarrollo.com/