En su disertación durante la jornada organizada por CASEM Mendoza, el especialista en minería sanjuanino habló frente a representantes de la Unión Industrial de Mendoza y un nutrido grupo de participantes.
Mario Capello centró su exposición en una mirada institucional histórica de la minería argentina y las causas por las que, siendo un país con una enorme riqueza mineral, el país no la aprovechó.
Así comenzó destacando aquella primera mirada donde los patriotas durante la Asamblea General Constituyente del año XXI, destacando la mirada de Juan José García ministro de hacienda del segundo Triunvirato
“Es imposible que haya agricultura, población y comercio en grado de prosperidad progresiva, existir independiente, con una población escasa y esparcida en un inmenso territorio, sin un fomento poderoso y bien entendido de las minas”, precisó.
Recordó los distintos intentos por tratar de arribar a un acuerdo entre la nación y las Provincias por llegar a un acuerdo definitivo respecto a las disposiciones que habrían de regir en todo el país, la titularidad originaria y la forma de concesión. Se llegó a ese acuerdo definitivo en 1898 tras el dictado de una Código Nacional que estableció: “Las minas son de la Nación o de las Provincias según el territorio en que se encuentren”
Seguidamente señaló que ningún país que alcanzó los grados de desarrollo que ponemos como ejemplos de fortaleza económica y social renunció a valerse de sus riquezas dadas. Que una Argentina parcial ignoró una mitad de su territorio. Se organizó institucional y productivamente, sólo agrícola y ganadera y que como consecuencia hoy tenemos un 50% de compatriotas sumergidos en la pobreza, aseguró.
Y agregó una alegoría al respecto: «hoy tenemos a políticos y economistas rezando por lluvias, que no baje el precio de la soja y que los productores se apuren a liquidarla, ya que es una especie de maná que llegará para salvarnos».
Aseguró también que crédito de la Nación, las leyes del Congreso, las decisiones ejecutivas sobre construcción de infraestructuras (caminos, ferrocarriles, puertos, energía eléctrica), fueron decididas por una mayoría de dirigentes políticos que no tuvieron otra visión. Que son expertos en el mono-sector, pero que cuando se los interpela por otras esferas, responden desentendidos con la verdad. Manifestó que esa mirada incompleta es origen de la incapacidad para remontar una decadencia económica que lleva más de 90 años sin red.
Recordó a la Suecia del hierro, la Alemania del carbón, los EEUU y la Sudáfrica del oro, el México de la plata, los Chile y Perú del cobre, Australia con hierro y carbón, Canadá, Inglaterra, Francia, Brasil, Rusia, Suecia, Alemania, Ucrania; «naciones a las que puso como testigo irrefutable sobre una inacción de la que no tenemos perdón».
Pidió ser capaces de mirar hacia adelante, que tenemos una muralla cultural a derribar. Destacó que el acuerdo de París nos da una gran posibilidad.
Recordó que en el 2022 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio climático de las Naciones Unidas (IPCC), en un informe de casi 4.000 páginas que tomó más de 14.000 publicaciones científicas, aseguró que llegaremos a 1.5 grados de aumento de temperatura cerca del año 2030, 10 años antes de lo que preveía en promedio un informe de solo 3 años atrás.
Asimismo advirtió que la habitabilidad humana como la conocimos hasta ahora está en riesgo, la emisión antrópica de gases efecto invernadero (GEI) es la consecuencia de esa tremenda variabilidad. Una inmediata transición hacia energías que reemplacen la de los combustibles fósiles, y una senda a la electromovilidad, son las herramientas con que contamos. Los minerales apuntados como críticos se necesitan y se deben producir.
Luego, Capello pasó a exponer sobre la significancia de uno de esos minerales críticos que es el más desafiante en su magnitud, el COBRE, ya que en los próximos 20 años para estar alineados con el acuerdo de París, se necesitarán producir 700 millones de toneladas, un poco más que lo que se utilizó en toda la historia.
Indicó somos el quinto país del mundo «con un 7% de las reservas mundiales y que de estar en producción los ocho yacimientos que cuentan con reservas, seríamos el sexto productor mundial que estaría exportando un poco más de un millón de toneladas de cobre fino al año».
Puso en valor lo que significarían dos proyectos en producción para San Juan en la etapa de construcción como durante la producción, señalando que serían ocho veces lo que en el 2022 se exportaba por Gualcamayo y Veladero.
Destacó además que sin competitividad no llegarán las inversiones y no podremos responsabilizar al pasado pues seremos nosotros los que le estemos dando continuidad al más grande de nuestros fracasos, y recordó que el Grupo Sarmiento se adelantó al RIGI cuando hace más de dos años proponía: “Debemos alentar la inversión a través de medidas que nos equiparen a países con los que competimos en la provisión mundial de cobre, esto generará trabajos de calidad, demandará capacidades de todo tipo, se recaudarán más impuestos, dejaremos de hablar sólo de potencialidad”.
Dijo que el RIGI es nada más ni nada menos que una nueva promoción que establece beneficios tributarios, aduaneros y cambiarios a las grandes inversiones, otorgando un escenario de estabilidad y seguridad jurídica por 30 años.
Que el RIGI es insuficiente, que el reciente aumento de las regalías mineras al 5% de lo que se exporte es una locura que puede inutilizar la Competitividad que otorga el RIGI y que se debe pasar a regalías progresiva y móviles donde las provincias sigan el recorrido de cada proyecto: alta renta altas regalías y bajas rentas bajas regalías.
Llamó a comprender a la actividad minera, que miremos los resultados de la minería del cobre en nuestros países vecino. Allí el 80% de lo que se exporta debe emplearse para pagar salarios, a los proveedores de bienes y servicios (donde se dispone el mayor porcentaje) y en bienes de capital; mientras el otro 20% se reparten entre impuestos, regalías y ganancias para el Inversor. Es una gran estulticia darle sólo importancia a un 10% del negocio minero y olvidarse de ese 80% que es el que realmente mueve la rueda de una provincia y de la economía nacional. Quienes lo hacen son los campeones mundiales de hablar del 100 por ciento de Cero.
Finalmente, al agradecerle a CASEM la invitación, destacó el enorme cambio que puede percibirse en la opinión pública de Mendoza a partir de las decisiones del gobierno de Alfredo Cornejo, que todos los partidos y sectores, que quieran una Mendoza sin pobreza, se sumen y aporten particularidades desde su propia mirada. Que el distrito minero Malargue es una oportunidad para comenzar con una actividad que es el primer paso de un negocio minero: la exploración.
Agregó que es la opinión pública fundamentalmente la que debe producir ese gran cambio que tanto necesitan. Pasó demasiado tiempo en que se les mintió desde los medios y desde las redes. Fueron conocidas empresas privilegiadas históricamente por el poder provincial (a una de ellas, francesa, le hicieron una reserva privada en Villavicencio), a los que se sumaron políticos populistas, y hasta un geógrafo y una ingeniera química que después de mentir alevosamente, sin descaro, siguieron siendo docentes de la UnCuyo.
El Grupo Sarmiento se identifica ano la definición que dio la vicegobernadora de la provincia de Mendoza Hebe Casado sobre la sanción de la ley 7722, y se permite agregarle un adjetivo calificativo: «La ley 7722 fue una gran estupidez».
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