_Principal

Lundin confirma inversión de USD 1.000 millones en Chile pero busca socios para Josemaría en San Juan

La mina de cobre Caserones está ubicada en el árido norte de Chile, cerca de la frontera con Argentina

La compañía canadiense recibió la aprobación de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de Chile para la adquisición de la mina Caserones por 1.000 millones de dólares, lo que evidencia la prioridad de Lundin con inversiones en el país trasandino por sobre el proyecto sanjuanino Josemaría, para el que sigue buscando socios estratégicos.

El organismo chileno consideró que la transacción no resiente la libre competencia en el país y con ello dio luz verde a la operación. Esta consiste en la adquisición de control por parte de Lundin en Caserones, al obtener una participación accionaria representativa del 51% de las acciones de la operación de la mina que está a manos de la japonesa JX Nippon Mining & Metals Corp., según informó el periódico chileno Diario Financiero.

Entre las operaciones de Lundin y Caserones “sólo existiría un traslape horizontal respecto de la producción de concentrado de cobre, toda vez que, mientras que el Grupo JX participa en la producción de concentrado de cobre, cátodos de cobre y concentrado de molibdeno, Lundin sólo participa en la producción de concentrado de cobre”, evaluó la FNE.

En el país trasandino, Lundin atraviesa duras denuncias ambientales por daños al acuífero, incumplimientos de permisos ambientales y riesgo inminente para la integridad y vida de los trabajadores, debido al socavón cercano a su Mina Alcaparrosa.

Esos factores determinaron la resolución del Primer Tribunal Ambiental de Chile que le ordenó suspender las operaciones mineras. Lundin fue denunciada por “daño irreparable al ambiente” por el Consejo de Defensa del Estado (CDE).

En San Juan, además de atravesar conflictos con los proveedores de Iglesia que generaron un descredito con la comunidad y con el gobierno provincial y nacional, el proyecto Josemaría ha sufrido demoras en obras y todo parece estar ligado a las dificultades para conseguir financiamiento. Un ejemplo de esto es que el año pasado anunciaron que en diciembre estaría finalizada la primera etapa del campamento de construcción, pero después corrieron la fecha para abril de este año.

Además, en febrero, Lundin dio a conocer un informe con la actualización de la estimación del costo de capital inicial y el cronograma del proyecto. Esa evaluación está en marcha con el informe técnico actualizado que será publicado en la segunda mitad de este año. Tal vez en esa fecha se conozca también la nueva estimación de la inversión necesaria para construir la mina, que en un principio estaba estimada en 4100 millones de dólares.

Lo que sí dejaron en claro las autoridades de la empresa canadiense es que para poder avanzar con las obras de construcción y posterior producción deberá conseguir un socio estratégico, luego de que Peter Rockandel, uno de sus máximos directivos admitiera que intentarían vender una participación mayoritaria del proyecto iglesiano.

Deja una respuesta