Los proveedores iglesianos alcanzaron un acuerdo con la empresa del grupo Lundin que construye Josemaría, luego de la intermediación que hicieran las autoridades del Ministerio de Minería de San Juan, en una situación que prometía extender el conflicto que se repite en forma regular en esa comunidad y que ya tiene el seguimiento permanente de la Secretaría de Minería de la Nación
De acuerdo a lo que informaron las cámaras de proveedores locales, Josemaría tiene un doble discurso desde hace más de un año en el que se viene hablando de la necesidad de desarrollar “Mesas de trabajo en la comunidad”, situación que queda plasmada en documentos firmados pero que siempre es incumplido por los directivos del proyecto que hacen todo al revés: “adjudican un contrato y luego mandan al proveedor a ver qué hay en la comunidad y si el contratista quiere, viene..”, dijeron a Minería & Desarrollo.
“Se habló infinidad de veces de cómo queremos trabajar, firmamos acuerdos, pero luego no los cumplen y cuando salimos a la calle nos explican que ese tipo de convenio lo tienen que llevar a los órdenes corporativos, porque sus estándares no prevén ese tipo de consulta o relevamiento previo de bienes o servicios de los proveedores locales”.
“Si no tienen en sus estándares el cómo relacionarse con la comunidad, que lo agreguen”, recalcó el ministro Carlos Astudillo a este medio respecto a la posición que asumió el gobierno en este sentido.
Eso implica que los compromisos comunitarios de compre local solo sean asumidos por el operador del proyecto y no por sus empresas contratitas, lo que se convierte en un problema cuando esas mismas empresas adjudican contratos a grandes oferentes que no tienen ningún compromiso con la comunidad.
Los empresarios iglesianos se quejaron de la falta de experiencia de los directivos de Josemaría que no quieren tomar las “buenas prácticas” de relacionamiento en más de 15 años con Veladero, “en donde hoy muchos proveedores son socios de grandes firmas y no solo proveedores de bienes o servicios”.
“Eso se alcanzó luego de años de lucha, porque muchas multinacionales no entienden lo que significa la licencia social y las expectativas lógicas que tiene la comunidad”.
Para las cámaras de proveedores iglesianos se trata de una situación que la empresa Lundin siempre aceptó hasta en documentos firmados con la comunidad, pero que nunca cumple porque sus procesos licitatorios no lo incluyen.
El planteo fue seguido de cerca por representantes de la Secretaría de Minería de la Nación que escuchan en forma reiterada las quejas de la comunidad iglesiana y las propuestas de solución que promete la empresa ante una situación de conflictividad que no se resuelve en el tiempo.
En este sentido, tomó estado público en la reunión comunitaria cómo la empresa Josemaría está llevando muchos de sus problemas a la dirigencia política nacional para tratar de encontrar respaldos como los que gestionaron ante Patricia Bullrich en los últimos días, pero en todos los casos el planteo es solucionar en forma previa los problemas con la comunidad.
Tres horas
Tras una reunión de tres horas en el Nodo Pismanta, los proveedores de Bienes y Servicios de Iglesia y Jáchal acordaron con Josemaría mejoras en los mecanismos de licitaciones para el proyecto cuprífero, tal como venían planteando en encuentros precedentes, el último de los cuales tuvo lugar en la sede del Ministerio de Minería.
Con la participación de representantes de CAPRESMI, TIERRA MINERA y CAISMI de Iglesia, y de la Cámara de Servicios Mineros de Jáchal, por una parte; e Ivan Grgich, Gerente de Relaciones Comunitarias y Mariano Archilla, Superintendente de Desarrollo de Contenido Local, por la empresa; las partes dialogaron con la intermediación del Ministerio de Minería, representado desde la Dirección de Desarrollo Minero Sustentable por Juan Manuel Pinto, la Directora de Fiscalización y Control de Ingresos CPN Lucía Maurín y en representación de la Secretaría de Minería de la Nación, Susana Figueroa.
El encuentro permitió que los proveedores del norte sanjuanino plantearan a la empresa la variedad, cantidad y calidad de productos y servicios que pueden ofrecer; requiriendo ser tenidos en cuenta de manera prioritaria por los oferentes de las licitaciones que realice la operadora, planteo del cual la compañía minera se hizo eco, resultando la reunión en un saldo altamente positivo para las partes.
Minería & Desarrollo