El Frente de Todos tuvo una difícil derrota en el departamento más importante para la minería sanjuanina: Iglesia. Cuando se creía que el justicialismo y el bloquismo habían logrado superar las diferencias internas y encolumnarse para trabajar en pos de los cantidatos del oficialismo y alcanzar los 142 votos por los perdió en las PASO, los resultados del domingo marcan que se perdió y que se amplió esa diferencia.
En el análisis político del día después pareciera que se mete adentro de la bolsa todo: el arrastre del voto bronca a nivel nacional, la interna del bloquismo, la interna del justicialismo, la relación con Barrick y Veladero; las peleas de los proveedores mineros, la falta de carisma de los candidatos, etc. Lo que queda claro es que la gente no comparte algunas de las políticas que hoy se llevan adelante en ese departamento.
Conviene aclarar que la primera y segunda fuerza política que alcanzaron los principales resultados apoyan la minería en ese departamento. Sin embargo no es descabellado pensar que, con esos números, toda la dirigencia política de los distintos partidos políticos, se lanzará de palomita a buscar apoyos y consensos politizando todo o casi todo en esa zona.
Se viene el internismo
Y esto es porque está en tela de juicio el liderazgo del Bloquismo en el departamento. Todos piensan que pueden ser los próximos candidatos y esto arrastrará a todas los dirigentes a trabajar para ponerse un traje de candidato en el 2023.
En esa línea se anotarán los oficialistas del partido justicialista que quieren romper con los históricos apoyos al partido de la estrella y buscar un dirigente que les de chances de ganar; de igual forma el basualdismo que nunca le puso seriedad a desarrollar una dirigencia propia en el lugar; y hasta ahora la izquierda siente que puede ser alternativa, lo mismo que Consenso Ischigualasto.
Buscar comandar el departamento que más fondos maneja por regalías en San Juan es un incentivo que convoca a todas las fuerzas políticas.
Ese atractivo es justamente lo que mas preocupa a las empresas mineras que buscan reglas de juego claras, aunque en el fondo muchas veces auspician o celebran estos cambios.
Si uno analiza en detalle los resultados se dará cuenta que Susana Laciar de Juntos por el Cambio alcanzó 2311 sufragios, es decir el 47.10%, seguido por Walberto Allende con 1939 votos y el 39.52% de los votantes. La 3era y cuarta fuerza fue Marcelo Arancibia y Carlos Jurado, cada uno alcanzó los 328 votos cada uno, partidos que no tiene estructura ni referentes en la zona y que evidencia rechazo o, a los candidatos.
En el rosario de los porqués los números de la elección del domingo aparecen también la ineficiencia en el uso de las regalías de los últimos 18 años, las deudas que se arrastran de la gestión de Marcelo y Mauro Marinero, el premio a Mauro con una diputación provincial, el atraso en el inicio de obras de infraestructura, poner como prioridad a Jáchal a la hora de realizar fideicomisos con fondos de Iglesia, etc. etc.
El intendente Jorge Espejo no la tuvo fácil en los últimos días y muchos creen que la decisión de Josemaría de poner un centro logístico en Albardón y no en Iglesia tuvo un pase de facturas muy fuerte en la comunidad.
La decisión empresaria sorprendió a las autoridades departamentales que vienen dando todo el apoyo al emprendimiento minero y consideraron un acto de deslealtad priorizar el predio de Albardón y con ello la contratación de 500 personas y proveedores de manera inmediata que ahora no serán iglesianos.
No alcanzó el comunicado de la empresa reafirmando su compromiso con el departamento donde se asienta el proyecto y donde más apoyos ha consensuado. La comunidad rechazó a ambos y seguramente la relación municipio empresa tiene un antes y un después de esa decisión.
¿Qué otras repercusiones tendrán estos resultados? En los próximos días se develará esas situaciones.
Minería & Desarrollo
