Los precios del litio extendieron su repunte de un año a medida que la creciente demanda provoca una escasez del material clave de la batería.
Los precios se han más que duplicado en el último año, según el índice Benchmark Mineral Intelligence de carbonato e hidróxido de litio. La demanda de los materiales utilizados en los automóviles eléctricos y el almacenamiento de energía renovable se ha disparado y, aunque los mineros buscan aumentar la oferta, no hay suficiente para satisfacer el consumo.
“El financiamiento para proyectos de litio es todavía muy escaso, demasiado tarde”, dijo Cameron Perks, analista de BMI con sede en Melbourne. “El déficit del mercado ya se está produciendo”.
Una prolongada caída desde el pico de 2018 significó que la inversión en el sector se desaceleró, mientras que la pandemia ha exacerbado las restricciones de suministro. Por el lado de la demanda, la transición a la energía verde ha acelerado la adopción de vehículos eléctricos y se estima que el consumo mundial de litio se multiplicará por cinco para fines de esta década, según BloombergNEF.
“A medida que los precios suban, habrá proyectos y expansiones desconocidos aún por anunciar que ayudarán a aumentar la oferta para satisfacer la demanda. Eso es casi una certeza. Lo que no es seguro es cuántos proyectos desconocidos existen”, agregó Perks. “También existe la posibilidad de que no se pueda extraer suficiente litio, entonces podría correr el riesgo de un despliegue de vehículos eléctricos más lento”.
Los precios están subiendo a lo largo de la cadena de suministro. La segunda subasta de concentrado de espodumena de Pilbara Minerals, una forma parcialmente procesada del material, atrajo una oferta máxima de 2.240 dólares la tonelada para un cargamento de 8.000 toneladas, frente a los 1.250 dólares de su licitación inaugural en julio. El carbonato de litio de China casi se ha duplicado en solo dos meses, y el hidróxido de litio ha subido más del 70% en el período, según datos de Asian Metal Inc.
Costos de las baterías
Eso está presionando a los fabricantes de baterías, que también enfrentan precios más altos para otros insumos clave como el cobalto y el cobre.
Después de una década de caídas interanuales del precio de la batería, una medida importante para medir cuándo los vehículos eléctricos costarán lo mismo o menos que los vehículos de gasolina, ahora existe la posibilidad de que la tendencia se detenga a medida que aumentan los costos de las materias primas, según el analista de BNEF, James Frith. Aproximadamente el 40% del costo de una batería está vinculado a los productos básicos que se han recuperado.
Aun así, los fabricantes pueden compensar algunos de los costos más altos mejorando el proceso de producción, reduciendo las tasas de desperdicio y cambiando a productos químicos de batería más baratos, escribió Frith en septiembre.
Bloomberg/ Minería & Desarrollo.