La sequía está haciendo imposible navegar uno de los sistemas fluviales más importantes de Brasil, lo que hace que sea más desafiante y costoso para la potencia de las materias primas sacar granos y mineral de hierro a los mercados globales.
La cuenca del río Paraná en el centro de Brasil está experimentando su peor crisis de agua en 91 años, según el operador de la red nacional, con los caudales de junio al 55% del promedio histórico del mes para hundirse al más bajo registrado.
El segundo sistema fluvial más grande de América del Sur proporciona electricidad y agua al sur industrializado de Brasil y mantiene los niveles de los ríos en los países vecinos, donde la sequía también ha dificultado la navegación.
Las consecuencias de los problemas del agua en Brasil se extienden mucho más allá de las fronteras de esta nación latinoamericana, con el retroceso de las vías fluviales que provocan interrupciones en la cadena de suministro y cuellos de botella en Argentina, el mayor transportista de harina de soja del mundo, y Paraguay.
Brasil es el principal exportador de soja, café y azúcar y el segundo mayor proveedor de maíz y mineral de hierro.
La subcuenca Tiete-Paraná, que transporta granos y oleaginosas desde el cinturón de cultivos principales de Brasil a las terminales de exportación, está cerca de detener sus operaciones por primera vez desde la última sequía severa en 2014, Luizio Rizzo Rocha, vicepresidente de la Federación Nacional de Hidrovía. Empresas de navegación, dijo en una entrevista.
Los niveles de agua en un tramo clave de la vía fluvial conocida como Avanhandava se han deslizado justo por debajo del mínimo requerido para la navegación, dijo en una entrevista.
Las precipitaciones por debajo del promedio han creado cuellos de botella por segundo año consecutivo en la vía fluvial Paraguay-Paraná, que es utilizada por el gigante del mineral de hierro Vale SA como una alternativa de transporte más barata que las carreteras y el ferrocarril. Los envíos están en el nivel más bajo desde que la agencia de transporte por vías navegables de Brasil, conocida como Antaq, comenzó a recopilar datos en 2010.
“La vía fluvial Paraguay-Paraná también corre el riesgo de que la navegación se detenga”, dijo José Renato Ribas Fialho, superintendente de desempeño, desarrollo y sustentabilidad de Antaq. “Las barcazas ya están transportando a menor capacidad que hace un año, lo que aumenta el tiempo y los costos de transporte”.
Rutas por carretera
Los camiones mineros están sobrecargando la carretera principal de la región y los accidentes son frecuentes, según Jesse do Carmo, presidente de un sindicato de trabajadores mineros local.
Vale dijo que está utilizando embarcaciones de bajo calado en el río y que también transporta mineral por carretera y ferrocarril de manera segura y legal para llegar a clientes en Brasil y en el extranjero.
El río Madeira en la parte sur de la región amazónica también se está secando antes de lo habitual. La vía fluvial se utiliza para transportar granos y oleaginosas. Transportes Bertolini, una importante empresa de logística que opera en Madeira, planea reducir las cargas un mes antes de la temporada seca del año pasado, dijo el presidente de la empresa, Irani Bertolini, en una entrevista telefónica.
“La situación será muy crítica en el pico de la estación seca, cuando esperamos que nuestras barcazas solo estén a la mitad de su capacidad”, dijo.
Minería & Desarrollo con información de Mining.Com