La llegada de Mauricio Claver Carone a la presidencia del BID pondría en stand by la suerte del financiamiento a una de las obras públicas más importantes de San Juan y de la región de Coquimbo, en Chile, como es el túnel por Agua Negra.
La Argentina, luego de haber tratado de frenar esa elección y posicionar allí a Gustavo Beliz, busca ahora evitar represalias que consistirían en evitar que se caigan las obras que ya cuentan con algún tipo de flujo de fondos.
Todo parece indicar que la política de Claver Carone está más cercana al “garrote” de Donald Trump, que a la diplomacia tradicional: viene de acusar sin ningún tipo de miramientos a la Argentina de querer boicotear la elección que lo llevó a la presidencia del BID y de aclarar en forma pública que “no habrá represalias” por la posición asumida.
Cuando en estos ámbitos se pone sobre la mesa la palabra represalias, no se requiere traducción diplomática, cualquier aclaración oscurece y se acerca mucho más a la interpretación argentina de “extorsión” o “ni sueñen con un dólar americano para financiar las obras” que la Argentina o San Juan necesitan.
Nuestra provincia tiene un listado enorme de obras que buscan o buscaban financiamiento del BID y que siempre encontraron el apoyo público de las autoridades nacionales del gobierno anterior, pero que en los hechos demostraron que nunca movieron un dedo o levantaron un teléfono para gestionarlas.
En ese cuadro de la historia de la postergación de las obras de los sanjuaninos tienen papel protagónico el gobierno completo de Mauricio Macri y de quien fue su ministro de Transporte Guillermo Dietrich. Ambos, hundieron todo el apoyo financiero a la provincia cuando en 2018 les confirmaron que tenían nulas posibilidades de ganar la elección local.
Solo basta mirar lo que aún señala la página de la Secretaria de Hacienda de la Nación, en el área de Relaciones Internacionales, respecto a los proyectos en ejecución: allí luce inmaculado que la obra del túnel por Agua Negra se identifica bajo la operación “3867/OC”, con el decreto “487-2017”, con un monto inicial asignado de 20 millones de USD y CERO (cero) asignación de recursos.
Establece esa planilla que la firma del proyecto fue el 26 de julio de 2017 y la fecha de cierre del contrato es el 26 de julio de 2020. Es decir, unas dos semanas atrás de la elección del presidente del BID.
Para que no haya dudas respecto a la nula importancia que el anterior gobierno le dio al financiamiento del túnel, basta bajar el archivo de la misma página que se identifica con el nombre de “Cartera Activa”, donde en forma obvia no aparece nada que tenga que ver con San Juan.
Atrás quedan las expectativas para financiar las obras de cloacas para barrios de Pocito, Rawson y Rivadavia, agua potable para las localidades de Retamito, Las Lagunas y Tres Esquinas (Sarmiento), como lo informó en julio del año pasado un informe del SI San Juan que daba cuenta que el BID junto al Fondo Fiduciario Federal financiarían esas obras y hasta el tendido de fibra óptica en toda la provincia.
La nueva normalidad en el BID
La nueva normalidad diplomática de los EEUU es ocupar todos los ámbitos internacionales y pelearle palmo a palmo el liderazgo y financiamiento mundial a los chinos.
Durante los sesenta años que tiene el BID, Estados Unidos aceptó una regla no escrita -de usos y costumbres- en la que la presidencia del organismo la encarnaba un latinoamericano y Washington se reservaba la vicepresidencia para sí.
Algo comparable al reparto que se hace cuando elige al presidente del Banco Mundial y los europeos al director del Fondo Monetario Internacional.
En plena campaña de Trump para reelegirse, Washington entró a la carrera para revertir esa condición en la que con un capital accionario del 30% del Banco, buscará ejercer una presencia que antes descuidaba.
Una de las pocas cartas que nos quedan a los argentinos y sanjuaninos es buscar el apoyo “chino” a estas obras, algo que miran de reojo los nuevos gerentes del BID. Pero eso, seguro será otra historia y nuevos escenarios que nos quedan transitar si es que se confirma que no habrá financiamiento para la obra icónica de sanjuaninos y coquimbanos.
Miguel Martín/ Director de Minería y Desarrollo